Varias organizaciones e instituciones se han unido para llevar a cabo el grupo operativo Proteinleg, un proyecto con el que pretenden encontrar alternativas a la soja a través de cultivos sostenibles de otras leguminosas. Ante el déficit de proteínas vegetales, esta iniciativa servirá para mejorar la producción autóctona y ofrecer sustitutos tanto para la alimentación animal –mejora de piensos– como humana –más variedad para vegetarianos–.
Marta Santalla (CSIC) explica que el proyecto nace de ahí, de buscar una proteína vegetal válida. “De hecho, en el consorcio, hay tanto empresas enfocadas a la alimentación para ganado como empresas que se dedican al desarrollo de la alimentación humana y desarrollar nuevos productos. Por ejemplo, como puede ser un atún basado en materias primas vegetales y que, por supuesto, tenga su aporte nutricional”.
El consorcio, formado por la Fundación Empresa Universidad Gallega (FEUGA), y en el que participan también como socios los centros de investigación Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) a través de la Misión Biológica de Galicia y la Fundación Centro Tecnolóxico da Carne (CTC), y las empresas Ramiro Arnedo S.A., Almacenes Gamallo S.L., MIMIC SeaFood S.L.U., asegura que “aportará soluciones a la actual situación nacional de la producción y cultivo de leguminosas”.
Santalla, por su parte, va más allá e indica que lo que está sucediendo con este cultivo es que la superficie de leguminosas en España “ha disminuido considerablemente. Cada vez hay un mayor retorno a estas materias primas por parte del consumidor. Se valora que sea autóctono. Por eso también queremos recuperar esas variedades tradicionales”.
La importancia de las leguminosas
¿Por qué sustituir una leguminosa con otra leguminosa? “Por la proteína vegetal. Las leguminosas son importantes, ya no solo a nivel medioambiental, porque fijan nitrógeno y recuperan suelos y porque no tienen un valor orgánico como tal. Nutricionalmente, de por sí, su valor es muy alto. Para una alimentación tanto animal como sustituto de la carne es importante. Incluimos diferentes leguminosas. Vamos a ensayar con diferentes especies, con diferentes variedades y veremos cuáles se adaptan mejor a cada suelo. Valoraremos su adaptación en cada comunidad autónoma. Y valoraremos nutricionalmente su desarrollo”, explica Santalla.
Desde la judía, al guisante, el altramuz, el haba… Asimismo, dentro de cada especie han escogido un rango de variedades: si son más adecuadas para para animales, para humanos… «No se trata en sí de seleccionar la variedad, sino de desarrollar un a nueva formulación para la alimentación”.
Fases de Proteinleg
Desde Proteinleg indican que este proyecto de innovación se desarrollará en diferentes etapas. En primer lugar, se realizarán ensayos agronómicos en micro-parcelas y en extensivo, bajo diferentes condiciones ambientales y de estrés, para seleccionar cultivos y variedades potenciales. Asimismo, se realizarán estudios para la mejora de la productividad de las nuevas variedades en suelos menos fértiles aplicando enfoques de mejora sostenibles. A continuación, se llevará cabo el diseño de formulaciones de productos ricos en proteínas para alimentación humana y animal a partir de las variedades seleccionadas. Se evaluarán los componentes nutritivos de dichas variedades y se garantizarán las buenas características nutricionales y organolépticas de las formulaciones desarrolladas para pienso y alimentación humana.
Finalmente, se validará la viabilidad a nivel productivo e industrial de las nuevas formulaciones de proteínas y los nuevos productos. Aquellos destinados a consumo humano, como un producto rico en proteína vegetal como alternativa al atún, serán analizados en cuanto a propiedades sensoriales y nutricionales, y se llevarán a cabo ensayos de vida útil. En cuanto a las nuevas formulaciones para alimentación animal, se realizarán ensayos tanto en ganadería porcina como aviar, monitorizando el bienestar animal y la calidad de la carne resultante.
“Material prometedor”
Santalla no se compromete a decir qué leguminosa será la mejor alternativa. Es demasiado pronto: “El proyecto se inició en abril. Desde el principio confiamos en trabajar antes de las fechas, así que ya estamos con los premios ensayos. Sabemos que tenemos material prometedor, pero lo sabemos por otros proyectos”.
Para ella, sobre todo, Proteinleg tiene que concienciar del material prometedor de las variedades tradicionales. «Los que participamos cubrimos diferentes sectores, así como diferentes regiones, tanto para ganado como para productos de alimentación humana”.