Hace 15 años, cuando trabajaba como enfermera asistencial en el Hospital Público Carmen y Severo Ochoa de la localidad asturiana de Cangas del Narcea, Ana Fernández Feito fue consciente de un problema que, a día de hoy, sigue sin resolverse. “Atendíamos a mucha gente mayor de 80 y 90 años. Es habitual que, cuando están ingresados, estos pacientes sufran desorientación, lo que puede llevar a que traten de arrancarse el catéter del brazo. La situación es complicada, ya que el 80 % tiene puesta una vía para suministrarles suero o medicación”, explica a Innovaspain.
Fernández Feito es ahora profesora a tiempo completo en la Universidad de Oviedo. Pero lejos de olvidarse de su anterior etapa, junto a dos enfermeras y un equipo del departamento de Ingeniería Mecánica de la universidad asturiana, ha desarrollado PROVIAVEN, un dispositivo protector de la vía venosa que reduce la probabilidad de que ocurran percances. “Actualmente es una problemática común en todos los hospitales de España. Los profesionales de la enfermería ponen una venda por encima de la vía como solución de emergencia, pero este método no les deja comprobar si el suero y la medicación son correctamente administrados. La alternativa más desagradable para aquellos pacientes que tiran de los cables una y otra vez es la contención mecánica de las manos. Los sujetan a la cama con muñequeras. La atención se deshumaniza, despierta la agresividad del paciente y angustia a sus familiares”.
Así funciona
En una apuesta por la innovación “y por ayudar a mucha gente”, PROVIAVEN propone una cubierta transparente semirrígida situada por encima de la vía del paciente; cosida o insertada en un brazalete de licra que es ‘anclado’ a uno de los dedos y reforzado con un sistema de velcros a lo largo del brazo. Los cables salen por detrás del codo, lo que impide que el paciente pueda manipularlos y desviarlos de su cometido. El sistema está pensado para los mayores, pero también para niños o cualquier paciente que, en un momento dado, puede ‘enganchar’ la vía por accidente con otro objeto o con el mobiliario del hospital. PROVIAVEN puede ser útil también en las UCIs, donde los pacientes despiertan desubicados.
A día de hoy, tienen protegido como modelo de utilidad un primer prototipo del dispositivo. “La parte del diseño y construcción de PROVIAVEN ha sido un proceso muy fluido. Las enfermeras conocemos todo lo que afecta a la parte clínica y a la comodidad del paciente. Por su parte, los ingenieros nos han ayudado con los materiales, impresión 3D, fuerzas de tracción o patentes de dispositivos médicos”.
Alianzas necesarias
Ana Fernández Feito lanza una llamada a la colaboración para dar el siguiente paso de la mano de una empresa que les ayude a validar el prototipo en lo técnico y en lo que atañe a cuestiones legales. “Necesitamos cumplir todas las normativas para poder pasar a la fase de ensayos clínicos y recibir el feed back de profesionales y pacientes”. A fin de cubrir con más garantías el apartado del puro business, han sumado nuevos efectivos al proyecto. Miembros de la facultad de Económicas de la Universidad de Oviedo les iluminan para ser más certeros en los costes de fabricación de PROVIAVEN, su hueco en el mercado o los posibles ahorros para el sistema sanitario.
“Tememos que el famoso valle de la muerte de las startups nos lleve a dejar el proyecto en un cajón por falta de empuje empresarial”, añade la experta. La empresa también está inmersa en la búsqueda de financiación para la construcción de los prototipos. Desde la consejería de Ciencia e Innovación del Principado de Asturias les han dado buenas perspectivas -una vez esté resuelta la cuestión legislativa- para, en el futuro, hacerse con dispositivos PROVIAVEN a través de la compra pública innovadora. La iniciativa acaba de recibir un impulso extra gracias al primer Premio Transferencia TalentUO-Santander, con una dotación económica de 3.000 euros, concedido por Banco Santander y la Universidad de Oviedo a través de Santander Universidades.
Pura vocación
Fernández Feito se doctoró en el año 2013. Su tesis estuvo centrada en posibles intervenciones para informar a las mujeres que iban a someterse a una mamografía, lo que, tal y como demostró, reduce esa ansiedad previa e incluso el dolor durante la prueba. “Debemos humanizar la atención sanitaria. Todo lo que hacemos las enfermeras y enfermeros a nivel de docencia e investigación tiene el objetivo claro de mejorar los cuidados. PROVIAVEN nace en 2019 fruto de esta reflexión. A veces publicamos papers que solo los leen otros científicos. No trascienden ni provocan cambios a pie de calle. Ahora tenemos en nuestra mano ayudar a millones de personas. No falta el último empujón”.