El proyecto Dastatuz de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) busca identificar factores que suavicen la neofobia alimentaria. Este rechazo a nuevos alimentos durante la infancia es especialmente preocupante en el caso del consumo de fruta y verdura. Iratxe Urkia, una de las investigadoras del proyecto, explica que así lo confirman las encuestas alimentarias internacionales, nacionales y locales.
El estudio COSI1, el estudio ENALIA2 y datos del Observatorio Nutricional del municipio de Vitoria-Gasteiz muestran que solo un 20-30% de los niños y las niñas cumplen con las recomendaciones del consumo de frutas y un 10% el de verduras (≥400g/día de frutas y ≥300g/día de verduras ajustados teniendo en cuenta la variación de los requerimientos entre individuos3). “Por lo tanto, se puede concluir que su alimentación no está siendo del todo saludable. No llegan a las raciones de frutas y verduras recomendadas (mínimo 5 raciones al día), y por ello hay falta de variedad en estos alimentos ricos en nutrientes en su alimentación”, apunta Urkia.
Atajar el problema
Dastatuz ha cumplido un año desde la puesta en marcha de la fase piloto. Junto a la Universidad del País Vasco, colaboran en la iniciativa los Institutos de Investigación Sanitaria (Bioaraba, Biodonostia, Biocruces-Bizkaia) y el Departamento de Salud del Gobierno Vasco. Su objetivo principal es estudiar cómo influye la alimentación de la madre (durante el embarazo y la lactancia) y el tipo de alimentación complementaria en el comportamiento alimentario de su bebé a la hora de enfrentarse a nuevos alimentos.
La propuesta coincide con una tendencia creciente por la que consumidores e industria apuestan por una alimentación más sana e informada. “A pesar de estos esfuerzos, los niños y niñas de 0 a 4 años consumen verduras en un 16,8 % de las ocasiones semanales: comidas principales, desayuno, etc. Las frutas solo en un 25,5 %4. Y según los datos obtenidos de la Estrategia NAOS del 2017, únicamente el 2,4 % de los niños y las niñas de entre 2 y 17 años cumplen con las recomendaciones de consumo de frutas y verduras5”.
Cambiar el planteamiento
Con todo, la investigadora reconoce que cada vez son más las intervenciones que tratan de equilibrar la alimentación infantil, aunque la mayoría de ellas se centran en el ámbito escolar y en edades comprendidas entre los 5 y los 12 años. Los resultados obtenidos por estas acciones tampoco son muy halagüeños. “Ninguna consigue aumentar el consumo en más de media razón de fruta y no tienen impacto en el consumo de verduras”, detalla Iratxe Urkia.
En su opinión, a la hora de abordar estas experiencias, conviene incidir desde distintos puntos de vista -selección y compra de alimentos, producción, aspectos sensoriales, educación nutricional- y varios ámbitos -familiar, colectiva, escolar, restauración-. “El entorno del niño ya es complejo a esas edades, al igual que lo son los condicionantes que influyen en la selección de alimentos”.
Próximos pasos
El proyecto Dastatuz trata de simplificar este planteamiento y tiene en cuenta factores tempranos como potenciales condicionantes de la elección alimentaria (la dieta materna o la introducción de sólidos en la dieta de los bebés). “Realizamos el seguimiento de las participantes desde el tercer trimestre del embarazo hasta que sus bebés cumplen los 18 meses de edad aproximadamente. Queremos ver si estos factores pueden llegar a influir en la aceptabilidad de nuevas frutas y verduras de niños y niñas que alcanzan esta edad”, señala Iratxe Urkia.
Actualmente, el proyecto está en una etapa distinta para cada participante, según el momento del reclutamiento. “Las primeras participantes ya están prácticamente en las etapas finales. Sin embargo, el confinamiento y otras medidas adoptadas en 2020 por el COVID19 han supuesto, como es lógico, un parón importante en el reclutamiento que ahora queremos impulsar nuevamente”, comenta Iratxe Urkia. En 2021, Dastaluz quiere alcanzar el número de participantes necesario para poder obtener resultados más concluyentes.
“Esto es un aspecto fundamental para que un proyecto pueda conseguir evidencia científica suficiente. Por ello, aquellas mujeres del País Vasco en torno al 7º mes de embarazo que estén interesadas pueden entrar en nuestra página web (dastatuz.wordpress.com) y leer la hoja informativa o contactar con nosotras vía correo electrónico (iratxe.urkia@ehu.eus)”.
Malos hábitos globales
El estudio vendrá arrojar algo de luz sobre los hábitos alimenticios de los niños españoles. “La información disponible es escasa y está poco actualizada”, dice Iratxe Urkia. “Esto complica la comparación con datos de otros países. El mencionado estudio COSI muestra que un 29 % de los padres y las madres encuestados en España indican que sus hijos e hijas toman fruta todos los días y un 9 % verduras».
En Portugal, el resultado es del 63 % y el 38 % respectivamente y en Italia del 73 % y el 54 %6. «Además, según un metaanálisis del 20127, el consumo medio de la mayoría de los niños y las niñas en América, Europa y Australia se encuentra entre 2 y 3 raciones/día, lejos de las recomendadas 5 frutas y verduras al día por diversos departamentos gubernamentales de salud (ej. NHS en Reino Unido, AECOSAN en España)”, concluye Iratxe Urkia.