Proyecto emc2: en busca del equilibrio emocional y laboral

IBV proyecto emc2

El Instituto de Biomecánica (IBV) ha avanzado en su conocimiento de los procesos cognitivos y de las respuestas emocionales de las personas. Cómo caracterizarlos y monitorizarlos se convierte en un aspecto clave para poder mejorar el equilibrio emocional y laboral. La mayoría de los nuevos puestos de trabajo, así como la introducción de las nuevas tecnologías y la informática en muchos de los puestos tradicionales, requieren unas capacidades mentales o intelectuales mayores, frente a las exigencias en algunos de ellos mayoritariamente físicas. La carga mental, tanto por defecto como por exceso, el estrés, la cantidad y calidad del descanso, la fatiga asociada a somnolencia, tienen ahora un papel muy importante en el rendimiento, el número de errores y el bienestar del trabajador.

"En los últimos diez años la sociedad se ha ido dando cuenta de que no solo los trabajos físicos acumulan cansancio, sino que la mente puede llegar a perjudicar considerablemente el rendimiento laboral", explica José Laparra, responsable de Factores Humanos del IBV. Esta complejidad cognitiva es lo que ha llevado al Instituto a establecer relaciones entre estos factores y la toma de decisiones en tareas complejas o la capacidad de reacción. En el marco del proyecto emc2, financiado por IVACE y FEDER, se ha podido constatar, por ejemplo, que la carga emocional del trabajador influye en su rendimiento y su capacidad de responder a situaciones de mayor demanda cognitiva o situaciones de estrés, lo cual se ve reflejado en su respuesta fisiológica. A su vez, también se ha comprobado que los procesos cognitivos de alta o baja demanda pueden afectar al estado emocional del operario.

El proyecto ha realizado distintos sistemas para caracterizar las capacidades cognitivas del usuario y monitorizar su estado mental, tanto cognitivo como emocional. Por ejemplo, para detectar situaciones de fatiga y que provoquen la aparición de somnolencia, pudiendo generar accidentes, de mayor impacto si el trabajador es un conductor de transporte público o un controlador de tráfico. "El reto al que debemos aspirar es que las empresas tengan el conocimiento suficiente de sus empleados como para saber hasta dónde pueden llegar; que sea algo prácticamente automático", señala Laparra.

Una variable muy importante en el estado global del trabajador, es el estrés, que lleva a tomar decisiones erróneas bajo presión. Y, además, afecta a la salud. La investigación ha permitido medir este factor, habiéndose realizado distintos ensayos con usuarios. Entre las conclusiones del estudio, destaca la conveniencia de conseguir que el nivel de activación se mantenga fluctuando durante todo el día, sin alcanzar niveles de estrés elevados de forma continuada ni tareas muy monótonas de baja activación que lleve a situaciones de pérdida de atención.

Con todos estos nuevos conocimientos, el IBV ha ido más allá del estudio del estado físico de los trabajadores. "Como centro especializado en el comportamiento del cuerpo humano y su relación con los productos, entornos y servicios que utilizan las personas, centrarnos en la parte cognitiva suponía un desafío para nosotros. Podemos decir que el proyecto se ha desarrollado con éxito", apunta Laparra. Se espera que la aplicación de los sistemas de caracterización y monitorización desarrollados en emc2 mejoren el rendimiento y bienestar del trabajador ajustando las demandas del trabajo para mantener un estado óptimo para el trabajador y la empresa, evitado desajustes por exceso o defecto.

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