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Con la colaboración  de

Cosentino

Frutalga: convertir la fruta en mal estado en cosméticos

Este proyecto explorará innovaciones como el cultivo de microalgas o procesos de extracción de nutrientes para evitar el desperdicio alimentario
frutalga proyecto

La fruta en mal estado, esa fruta perdida como merma de producción en explotaciones agrícolas, no debería tirarse. Todo es aprovechable, y desde el centro tecnológico Ainia han querido ir un paso más allá para obtener bioproductos con los que fabricar desde cosméticos a biofertilizantes. Se trata del proyecto Frutalga, que se ha alzado como una solución perfecta para evitar el desperdicio de alimentos y, de paso, recuperar los nutrientes de la fruta en descomposición antes de que se pierda.

Ainia coordina, pero no están solos. Está financiado por Ivace+i, y cuenta con la colaboración del IDiBE-UMH, AVA-Asaja y las empresas Sitra y Prospera Biotech. ¿Y en qué consiste? “A través de esta iniciativa se pretende contribuir a la descarbonización del sector agroalimentario, que es el responsable del 26% de las emisiones de dióxido de carbono a escala global, al tiempo que ofrece una solución al problema de la pérdida y el desperdicio de alimentos, una prioridad para la Unión Europea”, especifican desde el centro valenciano.

Así, Frutalga pretende explorar nuevas tecnologías para transformar esos desperdicios en materias primas para la industria química y cosmética inspirándose, entre otros sectores, en la biorrefinería. Con ello, se podrá valorizar las pérdidas de fruta generadas en las primeras etapas de la cadena, que suponen “un 22% del volumen total de pérdidas y desperdicio”. Cabe recordar que el desperdicio de alimentos supone el 6% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global.

En cuanto a la exploración de esas nuevas tecnologías, informan que se desarrollarán tres procesos innovadoras a partir de la fruta en mal estado. “El cultivo mixto de microalgas y bacterias para productos biofertilizantes -informan-, a partir de nutrientes recuperados de fruta residual; el cultivo puro de microalgas para productos cosméticos, a partir de nutrientes de fruta residual e incluso procesos de obtención de extractos de interés para productos cosméticos, a partir de fruta residual y de biomasas microalgales”.

“Además -apuntan desde Ainia-, Frutalga incluye la evaluación de la viabilidad de nuevos productos de alto valor añadido y con una reducida huella de carbono”.

Cómo repartirán el proyecto

Desde la Generalitat Valenciana han comunicado a qué se dedicarán cada una de las instituciones implicadas en Frutalga. Por ejemplo, Ainia, la coordinadora principal del proyecto, “aportará su amplia experiencia en el campo de la biotecnología, incluyendo el cultivo de microalgas, la digestión anaerobia y los procesos de extracción de nutrientes”.

Por otro lado, AVA-Asaja, representante del campo, colaborará con su finca experimental, en la que tienen laboratorios, invernaderos, instalaciones monitorizadas y dotación de aguas de todo tipo. Y Sitra, empresa centrada la gestión eficiente del agua, aunará esfuerzos con sus soluciones para la generación de gases renovables y la producción de biofertilizantes. 

El Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche (IDiBE), perteneciente a la Universidad Miguel Hernández (UMH), es centro de investigación que ha identificado más de 30 productos con probado efecto en el campo de la cosmética. 

Y, por último, para el producto final de Frutalga, se contará con la ayuda de Prospera Biotech, que es una spinoff de la UMH centrada en la investigación, desarrollo y marketing de productos neurodermatológicos como solución innovadora en el cuidado personal y de las pieles sensibles.

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