Fycma
Transfiere 2025

Cáñamo y bambú, la alternativa a los tejidos de algodón

El centro Asintec cuenta con un proyecto llamado Informes 23, donde analizan estos dos materiales por su valor sostenible y su gran calidad
canamo proyecto
Soraya Agüero, responsable del proyecto Informes 23, junto a las prendas de cáñamo y bambú en el Foro Transfiere. (Imagen: Innovaspain)

MÁLAGA. En Talavera de la Reina, donde la industria textil y de confección es muy importante desde hace años, han notado que el sector ya no es lo que era. Se ha centrado en importar todo el material que llega, pero es fácil comprobar que no son tejidos naturales. Teniendo en cuenta que esta industria es la segunda más contaminante del mundo, ¿qué se puede hacer para buscar una mayor sostenibilidad, sin perder calidad, y buscando un futuro para todos?

Soraya Agüero, investigadora del Centro Tecnológico de la Confección (Asintec), puede arrojar algo de luz al respecto gracias a su papel como responsable del proyecto Informes 23, una iniciativa dedicada a buscar soluciones sostenibles y materiales idóneos para que el sector se adapte a los nuevos tiempos. 

En el stand de Castilla-La Mancha del Foro Transfiere, en el FYCMA de Málaga, Agüero explica que el algodón, principal material que se importa para la industria textil, precisa para su cultivo mucha agua y pesticidas, un gran problema si se quiere seguir avanzando en materia de sostenibilidad. Así que, analizando otras fibras, el equipo de investigación del proyecto dio con otras fibras, como puede ser el cáñamo y el bambú. 

«La planta del cáñamo no necesita agua en su cultivo, es una planta que sólo crece con la luz y, además, enriquece el suelo. No tendríamos un problema de agua, un recurso limitado para nosotros. Y tiene otra serie de cualidades: es antibacteriana, lo que nos permite introducirla en sectores como EPI, o el sector deportivo», cuenta la investigadora. 

Pone como ejemplo a los deportistas, que pueden tener hongos en los pies, entre otros problemas. Esto se debe a un desarrollo bacteriano, así que se podría introducir una plantilla cuya parte de abajo esté hecha de cáñamo y rellena también con el mismo material y teniendo la parte de arriba de bambú, que es un 50% más absorbente que el algodón, lo que hace que absorba la humedad del pie. «De esta manera, al absorberlo, se puede resolver esa humedad y evitar el desarrollo bacteriano con un conjunto de cáñamo, fibra de cáñamo y bambú», muestra la responsable de Informes 23.

canamo proyecto 2
Muestra de fibra de cáñamo. (Imagen: Innovaspain)

Algunos handicaps

La cuestión es ¿por qué no se ha hecho hasta ahora? Según ella, en España hay una serie de handicaps, que vienen de la comparativa entre el cáñamo y el cannabis. «Hoy en día, no tiene sentido, porque vienen las semillas certificadas. Podrían venir sin THC [la parte psicoactiva de la planta] y ya sería legal. Sólo hay que comunicar a las autoridades la certificación de la semilla».

En España hay varias zonas industriales algodoneras que están abandonadas. Esa industria algodonera puede perfectamente tratar la fibra de cáñamo, pues es ideal para sustituir el cultivo del algodón por su relativo poco cuidado. Al igual que pasa con el bambú, cuyo único «problema» es que tarda un año en crecer. Eso sí, una vez que lo hace, ya no precisa nada más para su continuidad, al igual que el cáñamo. 

«Prendas como las que hemos traído a Transfiere, de 100% bambú, son sorprendentes, muy suaves al tacto, como al seda, y son antialérgicas y muy transpirables. Sin contar que son 100% y que es un material compostable a los cinco meses», asegura Agüero.

Se puede introducir en el sector sanitario, para niños, ancianos, enfermos, aislando de la temperatura exterior a los pacientes manteniendo la temperatura corporal. Se puede introducir en el sector energético, ya que los trajes de bambú, además de aislar, ser transpirables y antialergénicos, pueden combinarse con el cálamo, que evita descargas eléctricas y protege de los rayos ultravioletas. Se puede introducir en la ya mencionada ropa deportiva. O en la hostelería, en panaderías con hornos y un sinfín de aplicaciones. Dos materiales al alcance de la mano, naturales… y sostenibles.

Especiales