Extremadura se ha convertido en el primer sistema sanitario público del mundo que va incluir de manera universal en su cartera de servicios un servicio de medicina personalizada y farmacogenética. Se trata del proyecto Medea, una iniciativa impulsada por investigador extremeño Adrián Llerena, catedrático de la Facultad de Medicina de la UEx, que busca la implicación de empresas privadas en su desarrollo, a través de la utilización de la Compra Pública Innovadora (CPI).
Medea nació en el año 2013. Es una iniciativa que lleva muchos años buscando afianzarse, pero que desde el principio siempre tuvo el apoyo de las instituciones. O, al menos, su aprobación. Un proyecto de innovación dentro del sistema sanitario y del sector medicamentos, que por aquel entonces “ya era tremendo no solo por el gasto directo, sino por los costes, sin contar con que introdujimos también la tecnología genómica. El otro componente era la salud digital, la inteligencia artificial, etcétera, bastante novedoso para ese año”, explica Llerena.
“Por agilizar la historia”, como indica el propio investigador, al final el proyecto salió hacia delante y la misma semana pasada ya empezó a implementarse el proyecto en Extremadura.
Medea, una iniciativa centrada en el paciente
El proyecto Medea consiste básicamente en una iniciativa de medicina personalizada centrada en el paciente que busca optimizar la prescripción en condiciones habituales de la práctica clínica. Para ello, además del análisis genético, deben integrarse otros datos relevantes de la respuesta a fármacos (antecedentes, datos analíticos y otros factores relevantes). Este conjunto de información debe servir para generar herramientas TICs de apoyo que permita apoyar la toma de decisión en la prescripción farmacológica individual. De ahí la importancia de las empresas.
“Es el primer proyecto de innovación de estas características que se hace en Extremadura”, asegura Llerena. A eso se le suma que la Compra Pública Innovadora como herramienta es bastante nueva. “Y encima –prosigue– estamos en una fórmula que es la asociación por innovación, que es bastante compleja”.
Esto es, que se trabaja desde dentro del Servicio Extremeño de Salud (SES). “Normalmente, un sistema de salud lo que hace es dar información a agentes externos, bien sean investigadores, o bien sean las propias empresas. En este caso, lo convertimos en actor sobre la idea de que la sostenibilidad de los sistemas de salud tienen que obedecer a la inclusión de la investigación en la industria de la innovación”.
“Si no hay innovación en investigación es muy difícil que el sistema se mantenga”
Según Llerena, si no hay innovación en investigación es muy difícil que un sistema de salud se mantenga. «Y más una comunidad como la nuestra, donde el SES es, en realidad, la primera empresa de Extremadura”.
Y pone un ejemplo: en Extremadura, 1,1 millones de habitantes, se han gastado este año 500 millones de euros en fármacos. “Si calculas que el 10% de la gente que va a Urgencias va por un problema relacionado con los medicamentos y aproximadamente el 4%, el 5% y el 6% son efectos adversos graves, tenemos dos problemas. Uno, el coste directo. Dos, el coste indirecto, que es todo el daño en salud que se produce por la utilización de medicamentos, que es el objetivo principal de Medea. Optimizar la utilización de medicamentos es lo que hacemos, en vez de probar y ensayar: conocer la información previa para decidir, para individualizar la prescripción”.
