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¡Atención, no me aplastes!: en busca del mundo invisible

La Estación Marina de Plentzia presenta este proyecto divulgativo para fomentar el conocimiento del litoral vasco y la biodiversidad microscópica
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Recogida de muestras microscópicas en arenales de Plentzia y San Sebastián. (Imagen: PiE-UPV/EHU)

Por segundo año consecutivo, la Estación Marina de Plentzia (PiE-UPV/EHU) ha presentado el proyecto ‘¡Atención, no me aplastes!’ -Kontuz! Ez nazazu zapaldu, en euskera-, una iniciativa divulgativa que pretende fomentar el conocimiento del litoral vasco y su enorme biodiversidad -a escala microscópica-, así como la amenaza latente de los microplásticos. 

De este modo, los arenales vascos y sus microscópicos “habitantes”, desconocidos entre la gran población, servirán para concienciar sobre la conservación del medioambiente en las playas. El caso es que el proyecto ha vuelto a ser un éxito: si el año pasado participaron alrededor de 700 voluntarios para investigar este mundo invisible, en 2024 han sido más de 1.700. 

Cómo funciona la iniciativa

La idea es que los voluntarios realicen una muestra de las playas en busca de microorganismos -la meiofauna, los minúsculos organismos invertebrados- y microplásticos, siguiendo el protocolo detallado por el personal del PiE-UPV/EHU.

Belén González-Gaya, investigadora y profesora en Contaminación Ambiental y Toxicología en la Universidad del País Vasco, explica que el proyecto intenta maximizar su alcance formando a personas responsables que puedan funcionar autónomamente, “sin la presencia del equipo de investigadores e investigadoras”, apunta. 

“Así pueden realizar tantos muestreos como quieran de manera independiente, y realizar la verdadera ciencia ciudadana. Además, no son sólo profesores las personas formadas, también trabajamos con gente que trabaja en educación social, especial o muchos otros colectivos, por lo que decimos que es un proyecto de ciencia ciudadana inclusiva”, especifica.

Y es que se han inscrito en la formación 81 responsables provenientes del ámbito educativo -sobre todo, profesorado de ESO, bachillerato y formación profesional- y personas que se dedican a la integración social o a actividades ambientales. 

El muestreo de playas

En cuanto al proceso para muestrear las playas, la investigadora indica que procedimiento seguido es un “protocolo científico validado”, en el que se eligen una serie de transectos [cortes en el terreno] perpendiculares a la línea de costa donde se recogen muestras en cuadrantes de 15x15 centímetros en al menos tres zonas (cerca de la rompiente de las olas, a media altura de la marea y en la zona de marea más alta)”. 

El objetivo, recuerda González-Gaya: "Buscar en ellos microplásticos, microalgas y meiofauna. Además existen otros protocolos para la recogida e identificación de algas dentro del agua (mediante filtración) y de meso-plásticos en la línea de sedimentación de la marea (también mediante filtrado)”. Así, los arenales de Plentzia y San Sebastián han acogido siete sesiones formativas, cinco en euskera y dos en castellano.

Tras ese muestro, hay una posterior generación y análisis de una base de datos con la vista puesta en el Día Internacional de los Océanos, que se celebrará el 7 de junio.

“Esa base de datos se genera a partir de los datos aportados por las personas responsables de cada grupo. Esta persona nos los manda al equipo investigador, y es el personal de la Estación Marina de Plentzia quien termina de homogeneizar y depurar estos datos, pero ¡los datos son los recogidos por las personas voluntarias!”, señala, dando importancia al carácter de la iniciativa, la ciencia ciudadana inclusiva.

Día Internacional de los Océanos

Desde la Estación Marina de Plentzia que el Día Internacional de los Océanos es importante para el proyecto por varias razones. La primera, porque nos encontramos en la la década de los océanos, convocada por las Naciones Unidas. La segunda, porque ese día, el 7 de junio, se premiará a aquellos proyectos científicos inclusivos surgidos tras la iniciativa que generen nuevos espacios de empoderamiento en colectivos invisibles.

De hecho, en la anterior edición el centro educativo Berri-Otxoa (Bilbao) y la asociación Aldamiz (APNABI), que agrupa a las familias de personas con trastorno del espectro autista (TEA) de Bizkaia, resultaron premiados con una salida en el barco Mater Ontzi Museo Ekoaktiboa.

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