Prueban con éxito in vitro una alternativa no tóxica a la quimioterapia en cáncer

USAL cancer
Grupo que ha llevado a cabo la investigación

Un grupo de investigadores de la Universidad de Salamanca (USAL), ha probado exitosamente, in vitro, una alternativa no tóxica a la quimioterapia para pacientes con cáncer. Para ello se han servido de la biomedicina, mediante el uso de nanocápsulas inteligentes capaces de reconocer y aplicar directamente el fármaco a las células tumorales.

Una vez que los fármacos contra el cáncer se han mostrado efectivos, la investigación se centra ahora en buscar nuevos tratamientos que minimicen los efectos secundarios y, sobre todo, que sean más selectivos a la hora de eliminar las células cancerígenas y preservar las células sanas. El vehículo para aplicar estas terapias se convierte así en una línea fundamental de ensayo para llegar de forma más directa y eficaz a los tumores.

El objetivo de este grupo de investigadores es generar una alternativa a la quimioterapia convencional, especialmente para el cáncer de pulmón, mediante un aerosol que funcione como un inhalador convencional. Éste incluiría un vehículo inteligente, capaz de reconocer únicamente las células tumorales y minimice los efectos tóxicos sin generar ningún tipo de reacción adversa en contacto con el tejido pulmonar.

Eva Martín del Valle, directora del estudio, ha explicado que sus objetivos son “abolir la dependencia del paciente que está dos horas sometido a tratamiento en una sala mientras le están suministrando la quimioterapia”, así como disminuir la “cantidad de fármaco empleado para que llegue de forma específica”. Esto, ha afirmado, podría reducir la toxicidad y aumentar la eficacia del tratamiento, debido a que prácticamente “el 80% del fármaco suministrado no se utiliza, sino que tiene que ser metabolizado o expulsado por el organismo”.

Tumores en 3D

En estos momentos, y con la idea de seguir avanzando en la validación de este nuevo tratamiento, el equipo está desarrollando tumores en tres dimensiones. Para ello, utilizan impresoras 3D y diseñan unos compartimentos que permiten la adaptación y el crecimiento de las células tumorales de forma estructurada, al tiempo que se controlan sus funciones. En este sentido, del Valle ha afirmado que hacen uso “de los modelos matemáticos que desarrollamos en ingeniería junto con las impresoras en 3D para definir unos volúmenes adaptados con unos materiales biocompatibles que permitan que las células crezcan de forma organizada”.

La investigadora también ha resaltado cómo “mediante nuestra experiencia en materiales hemos sido capaces de modelizar y saber dónde llegan las partículas, cuáles quedan en el tracto respiratorio, cuánta cantidad llega hasta la zona determinada donde se localiza el tumor, toda esta conjunción desde el punto de vista ingenieril es lo que hemos tratado de conseguir en este proyecto”.

De esta forma, los investigadores han explicado que la idea es dejar a las células sin energía cambiando la quimioterapia convencional por el bloqueo de rutas metabólicas desde el punto de vista enzimático.

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