Naturgy ha anunciado una nueva colaboración internacional con la que pretenden seguir investigando sobre el hidrógeno verde. Se trata de una tecnología de gasificación, elaborada junto con la australiana Wildfire Energy, llamada MIHG -del concepto inglés Moving Injection Horizontal Gasification-. Con ello, se obtiene un hidrógeno verde de alta calidad con emisiones netas de carbono negativas, a partir del tratamiento y la purificación de residuos secos urbanos y agrícolas.
La idea es que, por un lado, Naturgy aproveche su experiencia en proyectos de gases renovables para validar los procesos del proyecto piloto y asegurar su escalabilidad a nivel industrial, con el objetivo de estudiar su implementación en España y en Europa. Por otro lado -y de ahí lo internacional del proyecto-, Wildfire operará una planta piloto en Brisbane, en Australia, para la producción de hidrógeno para su uso en cualquier aplicación, incluida la movilidad, así como completar un estudio conceptual para un primer proyecto en España.
“Naturgy es consciente del reto global al que nos enfrentamos en la descarbonización y la lucha contra el cambio climático. En este contexto, percibimos la innovación como la herramienta que nos permite alcanzar soluciones energéticas limpias para el futuro”, ha declarado el director de Innovación de Naturgy, Jesús Chapado, en la firma del acuerdo. “Esta colaboración es una muestra del compromiso de la compañía con los gases renovables, en cuyo desarrollo la compañía quiere jugar un papel clave”.
El hidrógeno verde
Según Naturgy, el hidrógeno verde es el que se produce exclusivamente a partir de energías renovables y agua. “Por eso es el más interesante, ya que es la única alternativa libre de emisiones”, indican, entre la comparación entre el hidrógeno gris, que se consigue a partir de hidrocarburos en procesos de reformado, y el azul, que procede del hidrógeno gris, pero gestionando las emisiones de CO2 mediante el uso de tecnologías de captura.
Tradicionalmente, el proceso químico por el cual se obtiene el hidrógeno verde se denomina electrólisis del agua y “es muy sencillo”, ya que “consiste en utilizar la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que encontramos en el agua”.
Por eso el hidrógeno verde es un vector energético “potencialmente inagotable”. Entre otras características, además de que sea limpio, es 100 % sostenible, “por eso es clave para la descarbonización del planeta, ya que no emite gases contaminantes ni durante la combustión ni en el proceso de producción”.
Asimismo, es almacenable, pues puede utilizarse después de producirlo; también es transportable, ya que puede mezclarse con el gas natural hasta en un 20 % para ser introducido en la red de gas y consumirse en otros lugares, y, por último, es muy versátil, de modo que puede utilizarse en muchas aplicaciones domésticas, industriales o de movilidad.
El “trilema” energético
Para Naturgy, invertir en hidrogeno verde es “alcanzar una solución equilibrada al trilema energético”: contribuir a la descarbonización de la economía, asegurar la seguridad de suministro y mantener un precio asequible de la energía para todos los consumidores. Por ello, su objetivo es “jugar un papel clave en el desarrollo de los gases renovables, tanto en la producción y distribución de biometano en España en el corto plazo, como en el desarrollo del hidrógeno como vector energético que tendrá un impacto significativo en el mix energético a medio plazo”.
De hecho, anuncian que aprovecharán la oportunidad que ofrecen los gases renovables para avanzar hacia la descarbonización y está dispuesta a desplegar importantes inversiones y recursos en este negocio, teniendo en cuenta el potencial que ofrece España para su desarrollo, con 160 TWh/año, equivalente al 40% de la demanda de gas del país.