Encontramos a Rafael Muñoz como un director de orquesta antes de una actuación importante. Él ha sido el encargado de diseñar más de 30 mesas redondas que marcarán buena parte de la agenda de la Airspace Integration Week (del 25 al 28 de septiembre en IFEMA y el Aeródromo de Cuatro Vientos). Lo ha hecho desde su faceta de consultor especializado en el sector aeroespacial, aunque su expertise vaya mucho más allá: piloto comercial y militar, formador o negociador (SEPLA).
Esta capacidad multidisciplinar casa bien con la filosofía del encuentro, cuya intención es reforzar las conexiones entre la aviación tripulada ‘clásica’, el espacio exterior y los nuevos actores, ya maduros, que guían los pasos de la aviación no tripulada. La colaboración civil-militar recorre todo el evento de forma trasversal. Muñoz explica a Innovaspain que la Airspace Integration Week es, de algún modo, heredera del World ATM Congress, que ha pasado por IFEMA durante los últimos 10 años. En todo caso, según el experto, la nueva cita se presenta renovada y “amplía su alcance”.
Del crecimiento de los drones a la democratización del espacio
La voluntad integradora de las jornadas que harán de Madrid la capital del U-Space durante unos días , queda patente con la celebración simultánea de tres eventos paralelos: el Airspace Integration Congress impulsado por la Air Traffic Control Association (ATCA), dedicado a la convergencia de todos los agentes que operan el espacio aéreo; Expodrónica, el evento de referencia en el sector de los drones y aeronaves no tripuladas, dirigido por Isabel Buatas; y el World Space Summit (WOSS), que acogerá al conjunto de actores de las diferentes altitudes espaciales.
Para Rafael Muñoz, el momento es ideal para dar vida a una iniciativa con estas ambiciones. “Han coincidido muchas cosas. Asistimos al crecimiento exponencial de los sistemas aéreos no tripulados o a la democratización del espacio, dominada por la tendencia al alza del new space y las tecnologías e innovaciones que la rodean”. Muñoz añade que el espacio aéreo convencional, así como las operaciones en tierra, también vivirán una importante transformación debido a esta confluencia.
Cielo Único Europeo
Todo ello sobrevolado –valga la redundancia- por la creación del Cielo Único Europeo (SES) en 2024, un asunto subrayado en rojo en la agenda de la UE. De manera muy resumida, la iniciativa persigue reestructurar el sistema de gestión de la navegación aérea del continente, promoviendo su evolución hacia un transporte aéreo más eficaz e innovador. Conclusión: ganan los ciudadanos, el medio ambiente y la industria.
Desde que este proyecto tomó forma, la española ENAIRE ha jugado un rol destacado, liderando algunos programas. “Estamos a mitad de camino para que el SES sea una realidad. La legislación avanza despacio, pero imparable. Entretanto, las distintas tecnologías están siendo probadas, aunque todavía a escala local”. Algunas de estas operaciones disruptivas se llevarán a cabo in situ en el Aeródromo de Cuatro Vientos. “España es un nodo destacado de tráfico aéreo por su condición de potencia turística y de puente con América. Su papel en este proceso será clave”.
Un evento “por y para la industria”
Junto al SES, otros temas a debatir durante la Airspace Integration Week tendrán que ver con la European Drone Strategy 2.0 o las preguntas en materia de soberanía espacial. “Hasta la fecha, cada Estado sabía, hasta una altura determinada, qué parte del espacio le correspondía, pero todo va a cambiar”. Rafael Muñoz detalla que urge concretar el nuevo tablero de juego, considerando cuestiones de seguridad y defensa.
La relevancia del momento y el calado de las decisiones pendientes, obliga a que el programa previsto tenga peso institucional, aunque Rafael Muñoz recuerda que este es un evento “por y para la industria”. “El objetivo”, añade, “es conocer con más detalle qué persiguen las diferentes iniciativas públicas y privadas, los retos que hay que afrontar y qué oportunidades manan de estos desafíos. Pretendemos que todos los agentes saquen provecho de su visita gracias a un contenido relevante en un ambiente de máxima cooperación”.
Más tecnología y más sostenibilidad
Retos no faltan. A los ya mencionados, se suman las dudas en torno a la futura gestión cien por cien automatizada del espacio aéreo europeo o la correcta integración de la inteligencia artificial en drones y satélites. En cuanto a la sostenibilidad, la democratización del espacio exterior acarrea un incremento de la basura espacial que hay que resolver. En esta línea, las vías para lograr una aviación más limpia en emisiones también formarán parte del evento.
La propia ENAIRE ha anunciado que la mejora de la eficiencia de su red ha evitado verter a la atmósfera 4.000 toneladas de CO2 y un ahorro de 1.300 toneladas de combustible. En los siete primeros meses del año, ha logrado una disminución de 118.000 millas náuticas, el equivalente a 5,5 vueltas al perímetro de la Tierra, pese al contexto generalizado de aumento de las operaciones respecto de años anteriores.
Madrid, pionera de la nueva movilidad aérea
Al margen de los efectos que traerá la acogida de este evento, el equipo de gobierno de la capital española ha demostrado que no trabaja de espaldas a un contexto que obliga a repensar la movilidad urbana, también en el cielo. El Ayuntamiento de Madrid aprobó ayer en Junta de Gobierno el decreto de creación de una Comisión de Movilidad Aérea Urbana, enmarcada en la Ordenanza municipal de Movilidad Sostenible (OMS). Se configurará como un órgano colegiado de asesoramiento al Ayuntamiento y su objetivo será establecer un marco de estudio para regular normativamente la movilidad aérea en la capital. La ciudad se une así a la implantación paulatina del proyecto comunitario Unmanned Traffic Management (UTM) para la gestión del tráfico no tripulado.
Con la creación de esta comisión, el Ayuntamiento busca que Madrid sea la primera ciudad española en contar con un marco que regule su movilidad aérea. Para ello, entre las funciones de este órgano, destaca el estudio de las condiciones en que deberá regirse la movilidad aérea urbana de aeronaves pilotadas por control remoto en el marco de la normativa comunitaria, estatal y, en su caso autonómica, que se promulgue sobre las operaciones de estos sistemas y su integración en los modelos de movilidad desarrollados.