El profesor del Instituto de Estudios Bursátiles Ramón Casilda Béjar, autor de libros como ‘América Latina Emergente’ y ‘Crisis y reinvención del capitalismo’, lo tiene claro: la región de Latam “se encuentra en un momento decisivo”. Tradicionalmente sus economías dependen en gran medida del conocido como “ciclo de las commodities”, pero pueden salir de ese círculo. Para ello el continente tiene que “empezar a diversificar sus exportaciones y a modernizar más toda su canasta exportadora, de cara a nuevos mercados”.
Casilda apuesta por “añadir valor a esas exportaciones” y, de esta forma, “diversificarse económicamente y no estar sujetos a los ciclos de las commodities. Del mismo modo, resulta “fundamental que incrementen su inversión en educación”. “Si quieren tener esa matriz productiva diversificada y con más valor añadido, se necesita conocimiento, y el conocimiento empieza por la educación en la misma enseñanza primaria”, apunta.
Se trata de una nueva oportunidad para la región. “El último tren que ha pasado ha sido este ciclo económico tan favorable que ha tenido su mejor momento durante el período 2003-2008 que registró un aumento del volumen de exportaciones de materias primas y de los precios, sostenidos por el dinamismo de la demanda asiática –China en particular– permitieron que los países de la región, especialmente los de América del Sur, cuya especialización internacional conlleva grandes ventajas comparativas en el sector primario, lo que impulso la evolución favorable de los términos de intercambio”.
Esta situación tan vinculada al precio de las materias primas, que le otorgo grandes dividendos, desafortunadamente no lo han aprovechado para acometer o poner los cimientos para la diversificación exportadora. El profesor señala que el comportamiento de la clase política, que en su opinión debe renovarse, no ha sido el deseado, y más aquellos que han practicado el “populismo”, que se está demostrando que han sido espejismos que no conducen a nada. Mejor dicho, amplifican la frustración e irritación de los ciudadanos.
Por países
Ramón Casilda Béjar, que durante su juventud residió en Montevideo, es economista y máster en administración y dirección de empresas por ICADE, Universidad de Comillas. Graduado en planificación y administración de empresas, Universidad Politécnica de Madrid, y en sociología política por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.
La carrera profesional que ha desarrollado en algunas de las empresas internacionales más importantes ha estado muy relacionada con América Latina, región de la que es un profundo conocedor. Esto le permite destacar algunos de los países en los que soplan vientos más favorables para la inversión española.
El “más atractivo” a la hora de invertir es Chile, pero hay menos posibilidades que en décadas anteriores para España “al ser un mercado bastante maduro”. Aún así, queda abierta la puerta de las infraestructuras y las energías renovables. “Es un país preparado para recibir inversiones, con la seguridad jurídica más alta de América Latina y un Gobierno democrático muy previsible, que no altera las políticas económicas”, añade en declaraciones a Innovaspain.
Es precisamente este último punto lo que le ha faltado a Argentina. Por ello, la inversión española en el país “se ha ido retrayendo” con el paso de los años. Queda por conocer cuál será su evolución en los próximos años, que el presidente Macri y todo su gobierno están tratando de alentar. Las elecciones legislativas de octubre aclararán el panorama o lo ensombrecerán.
En Colombia hay depositadas muchas esperanzas. Pero Casilda advierte: “Las expectativas viajan en ascensor, las realidades suben por la escalera”. “No creo que ahora sea el mejor momento para que las empresas españolas después de lo acontecido con Gas Natural Fenosa –continúa-. Yo les deseo toda la suerte en ese proceso de paz que ha sido muy laborioso. Ahora bien, hay que ver si todo lo que se ha previsto se va a cumplir. Colombia es un país macroeconómicamente muy estable y, además, se está modernizando”, pero la recta final del presidente Santos, parece que se complica.
También hay muchas miradas apuntando a México. Parecía que se iba a ver muy afectado por la llegada del nuevo presidente de Estados Unidos a la Casa Blanca, pero, tras una “devaluación histórica” del peso, parece que “las cosas están volviendo a su cauce”. “El peso se ha recuperado fuertemente y el muro no se va a construir, al menos en los términos que anunció Trump”, dice Casilda. “México es un país muy interesante para continuar invirtiendo, donde por cierto se encuentran instaladas el mayor número de empresas de la región (5.800 pymes). Seguiremos con toda atención la evolución en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con EEUU (TLC), que serán más favorables para México de lo que en un principio se pensó. Mis mejores parabienes al cumplirse el 28 de marzo el 40 aniversario de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre ambos países”. México hay que tener presente es el primer inversor latinoamericano en España, casi el doble del segundo que es Brasil.
Productos intermedios
Cuando se le pregunta por las relaciones comerciales entre España y América Latina, Ramón Casilda asegura que, “desafortunadamente, son bajas”. “Se creía que con el nivel de inversión que estaba manteniendo España en América Latina, que es realmente importante (hay que decir que somos el primer país europeo y el segundo mundial), la velocidad de la locomotora del comercio aumentaría, pero no ha sido así –continúa-. Ahí tenemos una asignatura pendiente por ambas partes, aunque es complicado porque nuestro mercado más importante es el europeo”.
El profesor considera que “tendríamos que hacer un esfuerzo para penetrar más con productos intermedios”, ya que “a estas economías de desarrollo les pueden resultar de gran interés”. “No encontramos ahí la medida para encajar”. Y definitivamente, esta por cumplirse la llamada “segunda oleada inversora española que tendrían que protagonizar las pequeñas y medianas empresas”, añade.