Raúl Natividad, vicepresidente de la Comisión de I+D+i de CEOE

Raul Natividad CEOE

“Una llamada de atención” sobre la preocupante situación en la que se encuentra actualmente la I+D+i en España. Con este objetivo, la patronal ha dado a conocer un ‘Decálogo de medidas urgentes para impulsar la I+D+i en España’ en el que, entre otras medidas, exige un acuerdo de Estado que incluya la innovación en la agenda política de todos los partidos y no sólo del Gobierno. En total 10 puntos que también hace suyos Raúl Natividad, vicepresidente de la Comisión de I+D+i de CEOE y coordinador de este documento.

En su opinión, España presenta “graves problemas estructurales” que tienen como punto de inflexión el estallido de la crisis. A partir de entonces, señala, “nos vemos con un recorte del 60% en la I+D y eso se mantiene desde el año 2008 hasta el punto de que en 2016 todavía no hemos recuperado los niveles de gasto en I+D” previos.

Dicho con otras palabras, “España es menos innovador de lo que era en el año 2008”. En un informe reciente, la UE agrupaba a sus países miembros en cuatro grupos según su nivel de innovación. El nuestro aparecía en el tercero junto con Croacia, Polonia, Grecia, Eslovaquia, Portugal o República Checa. Es decir, que “estamos yendo hacia atrás. La UE desde el año 2008 ha aumentado los indicadores de la I+D+i un 26% y nosotros estamos hemos perdido un 10%. Hemos retrocedido y estamos al 90% del año 2008, vamos en dirección contraria”.

No obstante, Natividad es optimista de cara al futuro. Considera que “España tiene mucho camino que hacer pero tiene una gran oportunidad. Está en un contexto europeo, tiene un talento tremendo en las universidades, tiene potencial de atracción de talento… Pero no puede dormirse, no puede estar sujeta a los avatares políticos de turno”.

Acuerdo de Estado

Por todo ello, el vicepresidente de la Comisión de I+D+i de CEOE insiste en la primera de las 10 medidas recogidas en el decálogo: la necesidad de un acuerdo de Estado por la innovación. En su opinión, “los partidos políticos solamente se preocupan de la I+D cuando llegamos a las elecciones. En los procesos electorales todos se llenan la boca con la I+D, todos quieren hablar de ello… promesas”.

Ahí viene uno de los puntos que, resalta Natividad, más demuestran el uso partidista y electoral que desde la política se hace de la innovación: “el desajuste entre lo que es el presupuesto y lo que se gasta, que este año llega al 66% del presupuesto. Es decir, solamente se ha ejecutado el 33% del presupuesto. Se dice que se dan 7.000 millones a la I+D pero no es cierto. Es una cifra política a la que se van restando desajustes”. Y aquí vuelve a sacar a colación la crisis de 2008. Desde entonces, “cada vez es mayor esa distancia, cada vez es mayor la utilización política de la cifra de I+D” y no se muestra confiado en que eso no vuelva a pasar con los Presupuestos que el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, acaba de presentar en el Congreso.

Asimismo, recalca que además de una cuestión de cantidad, la inversión también debe responder a unos criterios de calidad e idoneidad y “afinar el tiro”. Es decir, que “España tiene que tener claro dónde quiere ir. Tiene que saber, primero, que tiene que apostar por la I+D y, segundo, por qué sector tiene que apostar”.

En definitiva, se trata de que “no podemos estar bailando las cifras según el ciclo económico o político, y en segundo lugar, permitiría tener planes de I+D reales” y que caminen en la misma dirección. En este sentido, también aboga por hacer una gestión más centralizada de la innovación. Señala que hay una planificación de la I+D por comunidad autónoma y al final, “no estás haciendo política de I+D+i, estás haciendo política autonómica”, por lo cual siempre se dice que España no tiene una planificación como país.

Raul Natividad

El sector privado

El decálogo lo publica la CEOE para que desde la administración pública se tome nota. Pero también deja deberes al ámbito privado, que también “se tiene que poner las pilas”. Según Natividad España aún “tiene mucho que hacer en materia de I+D+i” y resume esos deberes pendientes en tres ideas: “necesita un pacto de Estado, necesita una concienciación social y, tercero, necesita meter en el ADN de todo el tejido empresarial la necesidad de innovar porque las empresas que no hagan I+D no serán rentables”.

Un duro camino pero cree que es posible salir airosos del desafío. Como ejemplo pone cómo entre 2008 y 2014, ante el descenso de la demanda interna aumentaron en un 40% las empresas españolas exportadoras. ¿Por qué? “Primero por la necesidad y segundo, por la posibilidad; podían porque todas esas empresas que se añaden a este proceso de crecimiento de la exportación son empresas que habían hecho I+D en el pasado”. Es decir, “para vender en un mercado competitivo en el extranjero, debes vender un producto diferenciado y competitivo al cual sólo puedes llegar a través la innovación”.

Financiación de la innovación

Sin embargo, alerta del riesgo que conlleva la falta de financiación pública a la innovación. “la caída de las ayudas públicas, de los presupuestos públicos de han arrastrado a muchísimas empresas a la desaparición y a muchísimos proyectos de I+D a pararse. Y los proyectos de I+D no se pueden parar”. Asimismo, apunta a la necesidad de tomar otras medidas como una mejor adecuación “de los tipos de interés a la realidad de cada momento”.

Otro punto sobre el que insiste mucho Natividad es, en el ámbito de la financiación, la necesidad de tener una mayor seguridad a la hora de acceder a las ayudas públicas de I+D+i. En concreto, se refiere a los informes motivados vinculantes y al hecho de que “una vez se emite ese informe y la empresa se aplica esa deducción, no es posible que luego el Ministerio se atreva a decir que ese informe no es correcto y la empresa que se había aplicado una deducción de 100.000 euros le digan que lo tiene que devolver y con intereses. Es muy grave”.

Compra pública innovadora y transferencia tecnológica

Pero hablando de los deberes que la CEOE pone a España en general y a los poderes públicos en particular, hay otras dos demandas que se repiten: se necesita una mayor y mejor transferencia tecnológica entre universidades y empresas y más compra pública innovadora.

“Tiene que haber una mayor conexión” entre el ámbito académico y el epresarial, explica Natividad. Pero, aunque el sector privado también tiene lo suyo, “el papel de la adecuación a las necesidades es desde la universidad hacia la empresa” y no al revés. La universidad “como mucho, en el mejor de los casos, será considerado un proveedor estratégico o interesante, nada más. Es decir, el objetivo de la empresa nunca será la universidad, será el mercado”.

Y dentro de esta enmienda a la totalidad de la I+D+i española, este directivo de la CEOE también hace referencia a la compra pública innovadora. Una opción “muy buena porque sustituye un concepto del papel del sector público. El empresario no quiere que le den dinero, quiere que le den trabajo y facturar. Entonces, en vez de darle dinero, se le compra su I+D”. Es decir, que se trata de un proceso más dirigido “que conjuga la financiación con la eficacia y la realidad de llegar al mercado”. Es, recalca, “un tema con un potencial enorme que no se está utilizando”.

Fomentar la cultura innovadora

Finalmente, Natividad recuerda que las otras exigencias del decálogo pasan por impulsar la digitalización, ya que las empresas que no estén digitalizadas en 10 años desaparecerán”, y poner en valor la propiedad intelectual. A este respecto opina que “España tiene un atraso comparativo y una infrautilización de las patentes”, si bien la preocupación de proteger la propiedad intelectual es cada vez mayor. En definitiva, concluye, la clave está en “concienciar a nivel social de demandar y valorar la I+D+i” fomentando una cultura de innovación en todos los ámbitos de la sociedad.

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