MÁLAGA. «Hemos llegado a otro mundo que no era el nuestro». Verónica García, directora de restauración de la Real Fábrica de Tapices, es consciente de la complejidad que conlleva la revolución de las nuevas tecnologías para un negocio artesanal que surgió a comienzos del siglo XVIII. La histórica manufactura está llevando a cabo el proceso de implantación de un nuevo modelo de negocio en la era digital. Es decir, unir tradición artesanal con innovación tecnológica sin perder las raíces.
«Lo que para otros es algo habitual para nosotros no lo era. Hemos tenido que hacer un gran esfuerzo y marcar una estrategia que empieza a dar sus frutos», ha afirmado García durante el CM Málaga. La Real Fábrica de Tapices se encuentra inmersa en un proceso de modernización con el objetivo de consolidarse como un referente en el medio. Para ello, como ha revelado García, «estamos trabajando en ámbitos como la implementación del software, una nueva app logística y una estrategia de marketing online».
La gestión en la nube se ha convertido en una de las grandes apuestas de la manufactura. Se sirve de una plataforma para la optimización de la gestión del tiempo –algo que en el mundo artesanal es como el santo grial– con el objetivo de maximizar la comunicación y la transparencia. En paralelo, permite una adaptación de los procesos de Recursos Humanos a la era de la digitalización.
La responsable ha destacado también la nueva metodología de digitalización de cartones y bocetos, así como el archivo histórico, y el área de avance tecnológico. Este último consiste en la adquisición por parte de la Real Fábrica de Tapices de un nuevo equipo de microscopia, análisis de color mediante espectrofotometría y documentación fotográfica aérea con apoyo de drones. «Buscamos poner a disposición de los investigadores el material digitalizado mediante el software», ha apuntado García.
Lograr todo esto no ha sido tarea sencilla. De hecho hay que remontarse a 2010, cuando la Real Fábrica de Tapices comenzó a abordar su proyecto de digitalización del fondo histórico. Duró hasta 2014 y se digitalizaron 32 cajas de documentación textual y se incluyeron en software diferentes colecciones digitales. «Hemos ganado en tiempo y en calidad. Pero no está siendo sencillo, especialmente porque trabajamos el gran formato. El mundo digital es todo un reto para nosotros», ha concluido García.