“Residuo cero, basura cero”. Así ha comenzado en COP25 la conferencia 'La basura no debería existir', en la que varias instituciones –tres españolas, una chilena– han mostrado sus propias soluciones para llegar a una economía circular plena. Además, han insistido en por qué es necesario un modelo de reutilización y reciclaje para paliar la actual emergencia climática. Y es que la producción, el tratamiento y el consumo de todos los bienes en el mundo es responsable del 62 % de las emisiones de efecto invernadero.
“El modelo de ‘un solo uso’ no debería existir. Necesitamos un reciclaje de alta calidad”, han subrayado en el evento las portavoces de las cuatro fundaciones presentes. Como Cristina Alonso, representante de Residuos de Amigos de la Tierra, de España, que ha considerado que la producción desmesurada de residuos, sobre todo desde el norte global, es “uno de los mayores problemas medioambientales con los que nos estamos encontrando”. Para ella, el actual modelo de consumo y producción que lleva “a una sobreexplotación de los recursos naturales, normalmente en países empobrecidos, donde también hay impactos sociales, no solo medioambientales”.
En Amigos de la Tierra enfocan la política de residuos “como si debiera estar dentro de unas estrategias más amplias dirigidas a la reducción del uso de recursos naturales. Ahí es donde aparecen realmente las medidas de prevención y reutilización”. Cristina Alonso ha explicado que una de ellas es, precisamente, su iniciativa de compostaje doméstico, escolar o comunitario. “Sabemos que el 40 % de nuestra basura es materia orgánica. Y eso no son residuos, son materias primas. A través del compostaje se produce un abono que lucha contra la desertización de los suelos, un gran problema mundial, y además aumenta la calidad para que estos suelos sean sumideros de CO2. Captan CO2 y disminuyen las emisiones. Creemos que es algo al alcance de todo el mundo, económico, efectivo y real”.
Por otro lado, Cristina Alonso ve una “resistencia" a nivel político: “hace falta que la sociedad civil tenga participación activa como agentes de cambio”, ha indicado. Según ella, las instituciones tienen que llevar a cabo medidas, tanto de educación como de concienciación, y mecanismos de participación. “Otro de los grandes problemas es que creemos que la gestión debe estar descentralizada y eso es imposible en el modelo económico que impera en el mercado y en el sistema. Esto es lo que habría que cambiar, un cambio de cultura, de conciencia, de paradigma. Y debe cambiar a través de las instituciones públicas”.
En Fundación Rezero trabajan con municipios promoviendo políticas transversales de residuo cero. Alba Cabrera, su responsable de estudios, piensa que es necesaria la corresponsabilidad entre todos los actores que participan en la cadena de producción. Como ha matizado en el evento, “esto no es igual para todos los actores, se tiene que aplicar el principio de responsabilidad ampliada al productor”. En cuanto al sector público, ha considerado que “ la administración tiene que ser valiente, tiene que promover políticas y marcos normativos ambiciosos que pongan la prevención y la reutilización ante todo, que se restrinja en el mercado productos que no puedan ser reutilizables, reparables, reciclables, ni compostables... En última instancia, está la ciudadanía. Para ello, es necesario desarrollar todos los mecanismos necesarios”.
En Retorna cuentan con un método para reutilizar envases: ayudan a poner un depósito en el que se puedan retornar envases de bebida y así contribuir a que la tienda pueda reutilizarlas y reciclarlas. Economía circular en todo su esplendor. “Al salir del Metro, me encontré en la calle una botella de agua vacía, de plástico. En España, se producen 52 millones de envases de un solo uso al día. Este es el modelo que tenemos que cambiar”, ha enfatizado Ana Gutiérrez, directora de Relaciones Institucionales de Retorna.
“En Madrid he tenido que entrar aquí, al evento de COP25 para que me vendieran una botella de vidrio reciclable, mientras que en otros países sí se venden, en cualquier lugar. Hace falta voluntad política. Hay que ir más lejos, como beber del agua del grifo, donde tendríamos una economía más circular y sostenible”, ha asegurado.
Por último, Macarena Guajardo, directora ejecutiva de Fundación Basura, de Chile, ha explicado que en Chile están atravesando una crisis social, y que, ahora más que nunca, la relación entre sociedad y medioambiente debe salir a flote. “La crisis social también es ecológica y desde la sociedad civil estamos impulsando esta relación entre bienestar y el cuidado y protección del entorno. Sin un medioambiente sano, la verdad es que no puede haber ni acceso a la educación, ni acceso a la salud, ni ninguna necesidad básica.
“En Fundación Basura –ha mostrado a los presentes– lo que hacemos es contribuir para que nosotros, como raza humana, dejemos de pensar que la basura 'existe'. La basura es un invento del ser humano, en la naturaleza no existe tal cosa como algo que nos sirva. Esto lo impulsamos en Chile a nivel social y económico y ambiental para que los tres sectores de la sociedad (público, privado y sociedad civil) puedan cumplir los objetivos mínimos”.