La Universitat Politècnica de València (UPV) y la Conselleria de Sanidad, a través de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio), han iniciado el proyecto ReciclaSalud, que persigue aportar beneficios en la salud mediante la modulación de la microbiota intestinal.
El proyecto tiene por objetivo la revalorización de los excedentes de caqui y del bagazo de naranja a través de su transformación en ingredientes de elevado valor añadido con efecto prebiótico sobre la microbiota intestinal y que puedan ser adecuadamente utilizados para la formulación de alimentos y dietas más saludables y sostenibles.
Los subproductos agrícolas contienen compuestos como polifenoles, fibra y carotenoides que han sido científicamente relacionados con los beneficios del consumo de frutas y hortalizas. Estos compuestos bioactivos, es decir, que influyen positivamente en las actividades celulares y fisiológicas, llegan al colon sin digerir o parcialmente degradados. Entonces son metabolizados por la microbiota intestinal produciendo metabolitos como los ácidos grasos de cadena corta potencialmente beneficiosos para la salud.
ReciclaSalud contempla un ensayo piloto del efecto prebiótico de estos ingredientes de elevado valor añadido sobre la microbiota de mujeres postmenopáusicas con procesos inflamatorios crónicos utilizando el Simulador del Ecosistema Microbiano Intestinal Humano (SHIME) disponible en la UPV y que simula todo el proceso digestivo (digestión oral, gástrica, intestinal y fermentación colónica).
En los últimos años, el simulador SHIME ha sido mejorado y validado para estudiar tanto la digestibilidad y bioaccesibilidad de alimentos como las posibles propiedades prebióticas de ingredientes alimentarios sobre la microbiota intestinal o la actividad metabólica de esta sobre diferentes compuestos bioactivos.
María José Gosalbes, doctora e investigadora responsable del grupo ‘Microbioma humano, dieta y salud’ de Fisabio ha asegurado que “la población diana son mujeres postmenopáusicas, pero esta aproximación se puede aplicar a otros grupos como el geriátrico o a otros segmentos de la población con requerimientos nutricionales específicos, como pueden ser las personas atletas o deportistas”.
“Otro de los objetivos del estudio es el aislamiento y caracterización de las bacterias más abundantes tras la fermentación colónica y potencialmente beneficiosas y así poder establecer si cumplen los requisitos establecidos por la OMS para ser considerados como probióticos”, ha expresado la investigadora María José Gosalbes.
Noelia Betoret, doctora e investigadora principal del proyecto en la UPV, ha recalcado la importancia de revalorizar excedentes de frutas como el caqui y subproductos como el bagazo de naranja. El procesado de estos residuos en forma de ingredientes de interés para la industria alimentaria, señala la investigadora, puede suponer un avance importante en la sostenibilidad y la elaboración de alimentos más saludables.
Cooperación pequeñas empresas
El proyecto se llevará a cabo en los próximos tres años y contará con el apoyo de ‘La Vall de la Casella Coop. V’, una cooperativa de producción ecológica cuyas fincas se sitúan principalmente en los términos de Alzira y Carcaixent. También cuenta con la participación ciudadana de la Fundación Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas del Mediterráneo (FACM), una red que promueve el diálogo y la acción ciudadana; y la Asociación Mensa Cívica, una asociación sin ánimo de lucro centrada en la comida social, la alianza territorial y sistemas alimentarios más diversos y sostenibles. Entidades con las que se realizarán actividades de formación y difusión.
El proyecto de investigación ReciclaSalud se incluye en la línea de actuación ‘Garantía de suministro de alimentos sanos, seguros, sostenibles y accesibles’ del programa AGROALNEXT-GVA y cuenta con financiación de los Fondos Europeos Next Generation.