Recircular, la plataforma que añade valor a los residuos

Patricia Astrain, ingeniera química, fundadora de Recircular

Más allá de los contenedores hay otras oportunidades para nuestros residuos, que vuelven en formas insospechadas. Hasta los posos del café pueden ser útiles. Por extraño que parezca, pueden servir para cultivar setas, entre otros usos. Y los “desechos” del proceso de fabricación de la cerveza tienen una segunda vida en las granjas, para alimentación animal, o para hacer pan, muesli, bioplásticos… La lista es larga.

La economía circular se impone en un planeta sobreexplotado, en el que nuestros residuos son las nuevas “minas” de materias primas secundarias. Una opción mucho más respetuosa con el medio ambiente. Esto es lo que ha inspirado a Patricia Astrain a crear la plataformarecircular”, con la idea de conectar empresas que generan residuos y otras que los pueden utilizar como materias primas secundarias.

De momento, la plataforma está en una primera fase, explica Patricia Astrain, “aun la estamos desarrollando, por lo que trabajamos off line, haciendo el mismo proceso que haría la plataforma con una corriente de residuos o subproductos, ya sea por el interés de dicha corriente o porque nos lo demanda alguna empresa. Investigamos posibilidades de valorización. Esta fase nos sirve para entender mejor las necesidades de las empresas. Luego lo volcaremos a la plataforma, que lo hará de forma automática, para cada residuo y sub-producto, y conectará a las empresas generadoras de residuos con otras que puedan utilizarlos en su cadena de producción”, aclara.

Esta ingeniera química de 34 años se decidió a dar el salto como emprendedora en China, tras años de trabajo en distintos entornos industriales tanto allí como en Europa: “Me decidí por dos motivos, por un lado, poder elegir qué hacer y cómo hacerlo, tanto profesional como éticamente, sin la presión de una empresa detrás. Por otro lado, porque me motivaba trabajar por algo más grande que una empresa, como hacer cosas por la sociedad y el planeta en el que vivimos. Fue una decisión natural para mí”.

Lo importante de la plataforma, explica, es su novedad. El concepto de economía circular no es nuevo, pero sí lo es la existencia de una plataforma que recoge en un solo espacio todas aquellas opciones de valorización existentes para los residuos y subproductos de una empresa, desde las más habituales a las más innovadoras, y las conecta automáticamente con las empresas que pueden utilizarlos en su cadena de producción. “Las empresas pueden ver las alternativas de valorización para sus residuos y qué empresas pueden utilizarlas como materias primas secundarias”, puntualiza.

“Ofrecer todo en un espacio facilita el trabajo. Inicialmente pensamos en pymes, pero entendemos que también es útil para empresas grandes. La plataforma está aún en desarrollo y tenemos mucho interés en trabajar con empresas para hacer distintas pruebas piloto, para ver lo que nos piden y luego volcarlo en la plataforma”, explica Patricia Astrain.

A través de la web recircular.net los interesados en valorizar sus residuos pueden rellenar un formulario de contacto. Hay una dirección de mail que llega a Patricia Astrain, así como encuestas para que las empresas puedan introducir los residuos que tienen y ver las opciones de valorización.

Estamos empezando por residuos que pueden ser más sencillos de trasladar a la plataforma o con los que las empresas están más abiertas a trabajar y a innovar”, explica. Y cuenta la experiencia en el sector textil, con retales del cuero, que tiene bastantes opciones.

“Por ejemplo, una empresa que fabrica cuero para asientos de vehículos y tiene retales de piel como subproducto. La estamos conectando con empresas de zapatería que pueden reutilizarlos para hacer zapatos, algunos hechos a mano, de forma artesanales. Pueden reutilizar los retales porque necesitan distintos colores y tamaños para los zapatos. Estos pequeños retales en algunos casos iban a la basura o se llevaban a países como china, para su uso allí. En otros casos se utilizaban en la fabricación de productos más pequeños, como llaveros o carteras. La utilización en la confección de zapatos añade valor adicional al subproducto”, detalla Patricia Astrain.

Y como este, cientos de residuos, por inservibles que parezcan (colillas de cigarro o productos de higiene femenina usados) tienen cabida en esta innovadora plataforma que los colocará en una cadena de producción que los añadirá valor.

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