La generación eléctrica de las renovables españolas ya había mejorado en 2019 su capacidad total (49,3 por ciento), creciendo un 10 por ciento más que el año anterior. Todo apuntaba a que seguiría mejorando el primer cuatrimestre del 2020. Sin embargo, la crisis provocada por el coronavirus ha mantenido la incertidumbre, revelando finalmente que las renovables han aguantado el confinamiento, incrementando un 3 por ciento su producción eléctrica en abril, el mes con menos emisiones de CO2 derivadas de la generación eléctrica desde que se cuenta con registros.
Los datos, proporcionados por Red Eléctrica de España, muestran que la transición energética no para, ni aun con un escenario de crisis. Según la compañía, el día 30 del mes pasado ha sido el más renovable de la historia: un 69 por ciento del sobre el total. “Entre las tecnologías renovables, mención especial merece la eólica: con 320 GWh, que generó el 46,6 por ciento de la electricidad a nivel nacional, seguida de la hidráulica (13,2 por ciento) y de la nuclear (13,1por ciento). Con este broche final renovable, las tecnologías que no emiten CO2 equivalente fueron responsables del 82,9 por ciento de la electricidad producida durante ese día”, indican.
“El modelo no retrae recursos, sino que es una potente herramienta de creación de empleo, porque no hay crecimiento posible sin desarrollo sostenible”, ha indicado Beatriz Corredor, presidenta de Red Eléctrica, en su primera Junta General de Accionistas. En este, la compañía ha dejado patente que la recuperación económica tras la crisis provocada por el coronavirus debe pasar, sí o sí, por las renovables.
Dar con el ejemplo es la misión de la compañía. Por ello, el Plan Estratégico 2018-2022 sigue en pie más que nunca. Así, se destinarán 3.221 millones –el 53 por ciento del total– para "hacer posible la transición energética a través del desarrollo de una red de transporte robusta, inteligente, interconectada; la optimización de la operación del sistema, cada vez más complejo; el avance en la aplicación de medidas de gestión de la demanda; la incorporación de sistemas de almacenamiento y la movilidad eléctrica; el impulso de la innovación y el desarrollo de nuevos servicios para la coordinación entre los agentes”.
En total, esta apuesta por las renovables, esta vía verde para recuperarse económicamente debe sostenerse entre cinco pilares: “La descarbonización de la economía, la integración de las energías renovables, el impulso de la eficiencia energética, la protección del medioambiente y la apuesta por una transición justa e inclusiva”.
Las razones son obvias cogiendo los datos del último mes. Abril –un mes completo dominado por el confinamiento, no como marzo– cerró con una cota renovable del 47,3 por ciento sobre la estructura de generación. “Este mes, el viento permitió a la eólica ser responsable de la quinta parte del total mensual; también las lluvias incrementaron la producción hidráulica en un 48,5 por ciento respecto a abril del 2019, y los días soleados sirvieron a la fotovoltaica para registrar 1.143 gigavatios por hora de generación nacional, nuevo máximo de generación en un mes”, apuntan.