¿Cómo hacer que las renovables eólicas y solares se compatibilicen con la biodiversidad? ¿Se podrá fomentar el desarrollo y la economía local con estos proyectos? Estas y otras preguntas se responden en ‘Renovables con el Territorio, una visión compartida’, una hoja de ruta realizada la Red Española de Desarrollo Sostenible (RED-SDNS Spain) y que se ha presentado esta semana al Ministerio de Transición Ecológica.
La clave de todo está en la colaboración. No lo dice sólo la misma hoja de ruta, sino que es lo que afirmó la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la presentación del proyecto, en la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, esta semana.
“La colaboración entre todos los actores implicados es lo que nos permitirá aplicar las mejores prácticas y los procesos adecuados para hacer un despliegue justo y ordenado de los proyectos de energías renovables en los territorios, que atienda a las sensibilidades”, señaló Ribera.
Y es que en ‘Renovables con el Territorio’ hablan más de una “visión compartida” que una colaboración al uso. Según el proyecto, las renovables generan ciertas “controversias” en el territorio, como si afectan a cultivos, si de verdad ayudan a las comunidades locales, etcétera. Esta colaboración, este diálogo es “algo crucial, ya que estamos en medio de una transformación profunda del sector energético, que se extenderá durante los próximos años”.
En qué consiste el proyecto
Según lo explicado en el evento de presentación de la RED-SDSN Spain, ‘Renovables con el Territorio’ pretende llevar a cabo una visión compartida entre todos los actores implicados sobre cómo debe ser el despliegue de las renovables en España hasta 2030 y, en una segunda parte, hasta 2050.
Pero no todo es “hablar” y “colaborar” o “dialogar”. RED-SDSN Spain quiere “aprovechar” el gran poder de convocatoria que tiene -Leire Pajín, su presidenta, fue ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad de España y secretaria de Estado de Cooperación Internacional en el Gobierno de Zapatero- para conseguirlo. De ahí que organice diferentes encuentros con la administración pública y empresas, además de expertos, para tratar temas como la economía, biodiversidad, gobernanza y desarrollo local.
Pero ¿cuál es su papel real? Este actor de presión, este lobby sostenible, cree que las administraciones públicas, de las que procede, muchas veces tienen dificultades técnicas y de aplicación de normativas. Por ello, “todo lo que se traduzca en propuestas para mejorar procedimientos y dirimir controversias, es también del interés de las administraciones públicas”.
Y la respuesta no ha podido ser mejor, ya que la hoja de ruta, como se ha mencionado anteriormente, ya ha sido aceptada por el Ministerio de Transición Ecológica y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA) que, según la red, “tienen una total disposición para participar en estos diálogos”.
Cuál es la hoja de ruta
Según lo presentado por la RED-SDSN Spain en el resumen ejecutivo de la hoja de ruta, el 75% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero proceden del sector energético. Por ello, dada su importancia y responsabilidad -y más ahora, con el auge de las renovables eólicas y solares- “deben asegurar que la transparencia y el diálogo son pilares fundamentales, construyendo relaciones de confianza con la ciudadanía y teniendo en cuenta que los proyectos no son eventos aislados”.
En definitiva, esta hoja de ruta, este catálogo de acciones, se basará en el diseño, construcción, operación y mantenimiento y otras prácticas identificadas para recomendar buenas prácticas en la instalación de estas infraestructuras. Y, dentro de esas cuatro bases, habrá otras cuatro cuestiones a tener en cuenta dentro de ellas: cómo afectan a la biodiversidad y el paisaje, al desarrollo local, al empleo local y la gobernanza.
Por ejemplo, respecto a la construcción y la biodiversidad y paisaje, recomiendan aprovechar los caminos rurales existentes, acompasar los periodos de instalación de la fauna local o instalar colmenas, hoteles de insectos y vegetación melífera. O en cuanto a la operación y mantenimiento y el fomento del empleo local recomiendan facilitar la convivencia entre la ganadería extensiva y las plantas renovables y crear órganos de seguimiento de los compromisos y actuaciones. Y así, en todas y cada una de las bases de la hoja de ruta.
“La hoja de ruta que presentamos es el resultado de esa visión compartida, de trabajar juntos para que el despliegue de energías renovables en España sea justo y equilibrado con los territorios”, resumió Leire Pajín, presidenta de REDS-SDSN Spain.