La Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana (REDIT), en colaboración con la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo ha publicado un estudio del impacto de la actividad de los centros tecnológicos de la región que ofrece unos resultados “positivos y prometedores” en cuanto al retorno social de la inversión en I+D+i.
Este trabajo demuestra, además, que el impacto social es medible y que sus frutos se recogen más rápido de lo que se estima. Así, en 2021, por cada euro invertido en las actividades de investigación, desarrollo e innovación de los centros tecnológicos de REDIT, se obtuvo un retorno de 10,81 euros. Con una inversión total de 209,5 millones de euros, en este ámbito, se alcanzó un impacto social de 2.265 millones de euros, un 33,5% más que en 2020.
Impacto en igualdad de género, formación y creación de empleo
El informe detalla también las áreas en las que el impacto ha sido mayor. Destacan los 680 millones de euros de retorno que los proyectos de I+D+i de la red han tenido sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en especial, los relacionados con la salud y el bienestar, la industria, innovación e infraestructuras, la producción y el consumo responsable o la acción por el clima.
Otras de las partidas más importantes son los más de 23 millones de euros de impacto en la igualdad de género, más de 7 millones de euros en formación a desempleados, 4,5 millones de euros en creación de empleo, cerca de 3,5 millones de euros en prácticas para estudiantes universitarios y casi 2 millones de euros en prácticas para alumnos de Formación Profesional.
«Estamos orgullosos de los resultados de este informe que miden el impacto social de nuestra actividad”, afirma Gonzalo Belenguer, director general de REDIT. “El estudio demuestra con diferentes datos que las inversiones y proyectos de I+D+i realizados por los institutos tecnológicos inciden de forma positiva y directa en la sociedad en aspectos como la igualdad de género, el trabajo o la formación”.
Los centros tecnológicos como impulsores de la innovación empresarial
Los institutos tecnológicos son asociaciones sin ánimo de lucro que surgen de la iniciativa empresarial. “Nuestra misión es ayudar a que el mayor número de empresas, en especial, las pymes, innoven y tengan acceso a la tecnología para que sean más competitivas”, explica Fernando Saludes, presidente de REDIT, asociación que agrupa a los once centros tecnológicos de la Comunidad Valenciana.
“Es mucho más complejo dar soporte en materia de I+D+i a compañías más pequeñas, pero, ese es uno de nuestros rasgos diferenciales: ayudar a inocular el gen innovador y tecnológico en todas aquellas empresas que lo deseen, por pequeñas que sean.”, añade.
Con 5.600 empresas asociadas y 2.000 profesionales del ámbito técnico-científico, REDIT es la primera red de apoyo en el ámbito de la I+D+i a las pymes españolas. En 2022, desarrollaron 2.400 proyectos con 15.500 empresas ubicadas en todo el territorio español e incluso más allá de sus fronteras.
El IVACE, principal respaldo público de REDIT
Los ingresos de la red ascendieron a 160 millones de euros el pasado año, de los que el 56% procedieron de empresas y el otro 44% de fondos públicos, principalmente del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE). Además, captaron 144 millones de euros de programas de I+D+i nacionales y europeos, y ayudaron a que las empresas con las que trabajan captaran otros 117,2 millones de euros más.
“El apoyo de organizaciones públicas como el IVACE es fundamental a la hora de impulsar la competitividad de las empresas valencianas y su internacionalización”, explica Gonzalo Belenguer. Pone como ejemplos la financiación de proyectos como el desarrollo de una planta hipocarbónica por el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC-AICE) para la sustitución de combustibles fósiles por energías limpias para la producción cerámica; FoodCollect de AINIA, que ha desarrollado un robot para recoger fruta del suelo y darle un segundo uso; o Handybot, un proyecto de INESCOP que tiene como objetivo el desarrollo de una mano robótica que mejorará la manipulación de objetos pequeños durante la producción de zapatos.
“Todas estas iniciativas tienen algo en común: mejorar la competitividad empresarial y la vida de las personas con soluciones tecnológicas relacionadas con la economía circular, el uso y desarrollo de energía sostenible y el bienestar de las personas”, apunta el director general de REDIT. Asimismo, también destaca las misiones tecnológicas organizadas por la red y el IVACE a Chile, Portugal o Reino Unido, para, facilitar que el trabajo que realizan los centros tecnológicos se conozca en otros ecosistemas y “consoliden a la Comunidad Valenciana como un polo de innovación, en el contexto internacional”.