Tras iniciar su carrera profesional en Arthur Andersen, Remigio Abad desempeñó puestos directivos en el grupo Telefónica, Sitel y Baquia.com hasta llegar a su incorporación en Endesa, donde pasó más de 18 años en distintos puestos de responsabilidad. Se incorporó como director de Ventas de Residencial y Negocios, cargo que simultaneó con el de director de Atención al Cliente en Nuevos Mercados, y posteriormente fue nombrado director de Marketing de Empresas. Licenciado en Derecho, Ciencias Económicas y Empresariales por ICADE, y con PDD por el IESE, Abad, director general de Powen, es también profesor en la Universidad Pontificia de Comillas y en ESIC Business & Marketing School.
1. A lo largo de su trayectoria profesional, ¿qué decisión ha tomado que haya tenido como consecuencia un mayor grado de innovación?
La decisión más innovadora de mi carrera ha sido la última que he tomado y, sin duda, será aún menos innovadora que la próxima que tomaré. Me cuesta por lo tanto elegir una decisión en concreto. Hay una serie de sectores, cada vez más, que se están viendo afectados de manera positiva por el empoderamiento del consumidor, y la energía es uno de ellos. Eso hace que sea el cliente el que demande, evalúe y tenga la capacidad de modificar a su antojo el desarrollo de un servicio o producto. Por lo tanto la innovación es parte del carácter y debe de ser un estado de ánimo, parte de una actitud alejada de los miedos y constante si deseamos ser relevantes en este mundo.
2. ¿Cuáles son las claves para culminar con éxito un proceso innovador?
La curiosidad, que es el combustible que permite a las ideas crecer. Y la curiosidad hay que incentivarla, cultivarla y darle tiempo. Todas las personas de nuestros equipos tienen un tiempo destinado a la puesta en común de sus ideas, de aquellas cosas que se les hayan ocurrido, que hayan escuchado, visto o aprendido. Después, no hay que dar nada por sentado, no hay dogmas ni paradigmas. Por supuesto, dotar de medios y procesos suficientes para llevar a cabo las ideas y conceptos desarrollados. Y, por último, tener siempre al cliente como epicentro, teniendo la capacidad de preguntar y evaluar a medida que el proyecto va tomando madurez.
3. Tres consejos para quienes estén dispuestos a abordar cambios, acciones o procesos innovadores en su empresa o entorno.
En primer lugar, pensar siempre en el cliente. No creer que va a necesitar un producto, sino efectuar la pregunta desde el lado del usuario: ¿Qué es lo que necesito? Y no hacerlo centrado en las herramientas sino en el objetivo. Algo no es transformador en sí mismo solo por el hecho de que utilice una tecnología de última generación, sino porque vaya a cambiar y mejorar sustancialmente algo.
En segundo lugar, ser flexibles, tener la capacidad de cambiar tanto los objetivos como los recursos a medida que avanza el proyecto haciendo stints cortos que permitan evaluar y corregir prácticamente en directo.
Por último, saber que la creatividad hay que mimarla todos los días, hay que darle tiempo, recursos y espacio para evitar que lo urgente robe tiempo a lo importante.
4. ¿Cuál es, a su juicio, la mayor innovación que ha tenido lugar en los últimos 50 años en todos los ámbitos?
Sin duda alguna, el iPhone, que ha cambiado por completo la manera de interactuar entre el ser humano. Es el reflejo de la revolución de las comunicaciones y permite tener el mundo en la mano. Y no es una obviedad. Fue el pionero en crear una experiencia completa para el usuario, convirtiéndole en protagonista en todos lo ámbitos. Hoy nosotros con un teléfono en la mano decidimos, influimos, aprendemos, nos relacionamos, , compramos…
Lo que más me impresiona es cómo las nuevas generaciones, nativas en el entorno digital, no se centran en el medio sino que son capaces de discernir la importancia del mensaje. Frente a aquellos que lo ven como un riesgo (que por supuesto que los tiene), para mí, visto con perspectiva, es una oportunidad sensacional de interacción que permite derribar barreras y dogmas, eliminando capas e intermediarios.
1 comentario en «Remigio Abad, director general de Powen»
Me encanta la frase de que la innovación es parte del carácter y debe de ser un estado de ánimo.