El presidente de Bolivia, Evo Morales, y el de Repsol, Antonio Brufau, han encabezado ayer el acto de firma de la ampliación del contrato de explotación del área de Caipipendi, en el sur de Bolivia. El nuevo plan de operaciones se extiende 15 años, hasta 2046, de acuerdo con la Ley de Promoción para la Inversión en Exploración y Explotación Hidrocarburífera.
El consorcio Caipipendi está integrado por Repsol (37,5% y operador), Shell (37,5%) y PAE (25%), en el marco del contrato de operación suscrito con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). De esta manera, se comprometen a realizar inversiones por valor de 500 millones de dólares durante los próximos cinco años, destinadas a confirmar la presencia de gas y acelerar la producción de hidrocarburos en prospectos exploratorios que ya se han identificado en la zona.
Los nuevos planes contemplan la ejecución de un programa de exploración, desarrollo y explotación en Boyuy y Boicobo Sur, al sur y norte de Caipipendi (ubicada al sur de Bolivia), en los departamentos de Tarija y Chuquisaca, en los próximos cinco años. En caso de éxito exploratorio, será posible sumar a corto plazo este gas a la oferta del país a través de su procesamiento en instalaciones ya existentes que hoy cuentan con capacidad disponible.
El potencial en los prospectos de Boyuy y Boicobo Sur fue identificado tras la interpretación de los datos proporcionados por la sísmica 2D y 3D, realizada entre 2013 y 2015. El trabajo posterior de los técnicos de Repsol permitió establecer que pueden existir importantes recursos en esas áreas, que podrían alcanzar 3Tcf (trillones de pies cúbicos, en sus siglas en inglés).
Repsol cuenta en Bolivia con derechos mineros sobre un total de 32 bloques, 7 de exploración y 25 de desarrollo y producción. En 2015, la producción neta total alcanzó los 15,3 millones de barriles equivalentes de petróleo y se concentró fundamentalmente en el campo Margarita-Huacaya, cuya producción actual equivale a más de la mitad del consumo de gas de España.
Los campos Margarita y Huacaya constituyen en conjunto un área de explotación con una superficie de 123.000 hectáreas, donde a la fecha existen nueve pozos –con una profundidad que oscila entre los 4.000 y los 6.000 metros– que fueron perforados entre 1998 y 2016. La planta de Margarita inició sus operaciones en 2004.