El Complejo Industrial de Repsol en Puertollano (Ciudad Real) ha desarrollado, “con éxito”, el primer lote de biocombustible para aviación del mercado español. Este biojet –obtenido a partir de biomasa o residuos– permitirá que se reduzca el impacto de la actividad humana en la calidad del aire, siendo de vital importancia, por ejemplo, en el sector aeronáutico, uno de los más contaminantes.
En total, un lote de 7.000 toneladas de combustible de aviación −”el equivalente al consumo de 100 vuelos Madrid-Los Ángeles”– que, según Repsol, “ha superado las exigentes pruebas que requieren estos productos”. “Cuenta con un contenido bio inferior al 5 % para cumplir con los requisitos de calidad establecidos por las especificaciones internacionales y su uso evitará la emisión de 440 toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a 40 vuelos Madrid-Barcelona”, explican en un comunicado.
Asimismo, desde Repsol destacan que para el desarrollo del biojet “se han realizado pruebas para determinar la materia prima más adecuada, con el objetivo de alcanzar los exigentes requisitos del Jet A1 en cuanto a comportamiento a bajas temperaturas y controles adicionales de calidad. Además, se llevaron a cabo numerosos tests para determinar la concentración más adecuada de biocombustible”.
Por otro lado, según Repsol, esta idea ya estaba presente en su Plan de Sostenibilidad 2020 para Puertollano. “A través de diferentes iniciativas –explican–, el objetivo es minimizar el impacto ambiental de nuestra actividad. Para ello aplicamos las mejores técnicas disponibles y potenciamos el desarrollo de proyectos que tienen como objetivo producir biocombustibles de manera más sostenible. Además, reducir en 200 toneladas la emisión equivalente de SO2 a atmósfera por la incorporación de biocombustibles al proceso productivo”.
El objetivo, “reducir 15.000 toneladas de CO2 por la incorporación de aceite vegetal y UCO en las unidades de desulfuración de destilados medios y realizar pruebas para producir biojet y keroseno formulado con aceite vegetal, antes de fin de año”, algo que ya han conseguido.
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El Complejo Industrial de Puertollano
Por su parte, Repsol quiere avanzar en la producción de combustibles con baja huella de carbono para sectores como el aeronáutico, donde alternativas como la electrificación no son viables en estos momentos. De hecho, es en el Complejo Industrial de Puertollano donde se fabrica toda la gama posible de productos obtenibles del petróleo, “y tendrá continuidad con la fabricación de más lotes de biocombustible para aviación en otros complejos industriales del grupo en España y, posteriormente, con iniciativas en las que se utilicen biocombustibles a partir de residuos”.
Entre otros productos, en Puertollano Repsol produce gas butano y gas propano, muy útiles en el ambiente doméstico y en la industria, ya que, por ejemplo, “con el butano que se produce en un minuto una familia media española tiene para cocinar y para calentar agua durante un año”. También producen nafta, uno de los productos ligeros obtenidos en la destilación del petróleo, que sirve como materia prima para, principalmente, las gasolinas y las olefinas.
En Repsol explican que las olefinas, “como el etileno o el propileno, son la base para la actividad de las plantas químicas, en las cuales se obtienen materiales tales como el polietileno, el polipropileno, el butadieno o los polioles”. Estos son los que se usan para plásticos y una infinidad de productos derivados de uso diario, “como maquillajes, fertilizantes, electrodomésticos, ropa, neumáticos, accesorios de cocina o materiales de medicina […] las ceras y parafinas también se originan de la misma forma y se usan para velas, tintas y vaselinas”.
En el área química de Puertollano se producen además, resinas EVA, una especialidad clave para Repsol que solo se produce en el complejo manchego. O el gasóleo. O el queroseno, producto similar que se usa también como carburante para la aviación. “Con las más de 400.000 toneladas que se fabrican en un año en nuestra refinería, un Airbus A380, el avión más grande del mundo, podría recorrer 22 millones de kilómetros, unas 50 veces ida y vuelta a la Luna”, aseguran.
También fabrican betunes y asfaltos, que se utilizan en la construcción de carreteras y aeropuertos, o productos generales como el fuelóleo y el coque de petróleo. Por último, destacan que el Complejo Industrial de Puertollano “posee las únicas instalaciones del país capaces de fabricar lubricantes terminados. Sus usos se extienden a vehículos y a todos los sectores industriales. Nuestra capacidad de producción es de 120.000 toneladas anuales y producimos una media de 100.000 toneladas al año. Esta cantidad permite abastecer durante ese período a la mitad de los vehículos de España”.