Nuevos combustibles para un transporte marítimo más sostenible

Repsol, siguiendo las normas de la Organización Marítima Internacional, fabrica un nuevo combustible para reducir sus emisiones en el mar
transporte maritimo Repsol

Con motivo de la entrada en vigor de la nueva norma de la Organización Marítima Internacional (IMO) –que aboga por reducir las emisiones en el transporte marítimo–, Repsol ha mostrado un nuevo tipo de combustible marítimo. Lo fabrican gracias a sus sistemas de refino, lo que consideran “una ventaja competitiva”, ya que su nuevo combustible, conocido como VLSFO (Very Low Sulphur Fuel Oil, en sus siglas en inglés), “ya se comercializa en los puertos de Algeciras, Barcelona, Valencia, A Coruña, Lima y Singapur, a los que se sumará Ferrol”.

La norma del IMO limitará, de forma efectiva desde primeros de año, el contenido máximo de azufre de los combustibles marinos en aguas internacionales al 0,5 %, frente al 3,5 % actual. Y no es baladí: el 80 % de las mercancías se trasladan, hoy por hoy, en barcos. José Correa, director de Crudos y Productos Pesados de Repsol, ha declarado al respecto que Repsol apoya todas las medidas que permitan mejorar la sostenibilidad del transporte marítimo y la estrategia seguida con esta normativa, apostando por una gama de fueles marinos con menores emisiones de óxidos de azufre (SOx), que se encuadra en nuestro compromiso recién anunciado de ser una compañía con cero emisiones netas en 2050”.

Por otro lado, el actual combustible en transporte marítimo, el HSFO (High Sulphur Fuel Oil), fueloil con alto porcentaje de azufre, se mantendrá, pero solo en un pequeña parte. “Los armadores pueden optar por la instalación en sus buques de sistemas depuradores que eliminan las emisiones de SOx [óxido de azufre] para seguir utilizando este tipo de combustible, aunque se trata de una solución costosa y la disponibilidad de estos dispositivos es limitada”, avisan desde Repsol.

[Le puede interesar: Las refinerías del futuro serán “digitales”]

Así, la caída (drástica) de la demanda de HSFO ha producido, según Repsol, “que su precio en el mercado se vea muy reducido, así como el de los crudos que dan lugar a este producto (crudos pesados y medios con alto azufre). Por otra parte, el incremento de la demanda de gasoil marino provocará un aumento del precio de los gasóleos en el mercado”.

¿La solución? Además del VLSFO, aumentará el gasoil marino, el MGO, un destilado producido por Repsol que se ajusta a la nueva normativa como alternativa al VLSFO. De ahí la importancia de la innovación. Según Juan Carlos Ramírez, director de Programación, Logística y Venta a Operadores de Refino, la compañía española ha invertido en los últimos años más de 4.000 millones de euros solo en modernizar las refinerías de Cartagena y Bilbao. “Es una de las energéticas europeas mejor preparadas para beneficiarse de esta coyuntura y maximizar la captura de márgenes”, asegura.

De hecho, cuatro de sus cinco refinerías cuentan con plantas industriales que son capaces de reconvertir los componentes del antiguo HSFO en combustibles con mayor valor –sobre todo, destilados y gasolinas–. Todo ello, teniendo en cuenta que el VLSFO es más complejo de producir que los fueles convencionales. “Poseemos el 25 % de la capacidad instalada en Europa de este tipo de unidades, a pesar de contar solo con el 6 % de la capacidad de destilación de crudo. El sistema de refino tiene, asimismo, una alta producción de destilados medios (alrededor del 55 % de los productos)”.

transporte maritimo Repsol 2

Especiales