Repsol, a través de su Fundación, e Ilunion – la marca que aúna las empresas del Grupo Social ONCE–, se han unido por un motivo social: ambas entidades desarrollarán proyectos e iniciativas que tengan que ver con la energía y la sostenibilidad con el objetivo de generar empleos para personas con discapacidad, así como para colectivos vulnerables. Este acuerdo de colaboración ampliará su actuación a Portugal.
Una de las características más importantes de esta unión es que se enmarca en el ámbito de actuación de Repsol Impacto Social, el fondo de inversión de Repsol dotado con 50 millones de euros destinado a la inversión y desarrollo de una cartera de empresas sociales enfocadas en contribuir al reto global de la transición energética y generar oportunidades profesionales para personas de colectivos vulnerables”, explican. Del mismo modo, este acuerdo de colaboración contemplará la participación en la aceleración conjunta de proyectos de emprendimiento o la inversión directa en startups y empresas.
Buscan startups focalizadas en reducción de emisiones, movilidad sostenible, economía circular, eficiencia energética y ECO productos y servicios. Por otro lado, emplearán y favorecerán a personas con discapacidad, jóvenes en riesgo de exclusión, mujeres víctimas de violencia de género, drogodependientes en tratamiento o refugiados, entre otros.
Presentado el pasado mes de julio, Repsol Impacto Social “se ha adentrado en el sector de la inversión de impacto, hasta ahora escasamente desarrollado en España”, apuntan. Asimismo, está previsto destinar, antes de finalizar este año, “unos 5 millones de euros a su desarrollo inicial y a la inversión en las primeras startups sociales”. Según destacan desde la iniciativa, “el objetivo es entrar en una fase inicial del desarrollo de estas empresas y ayudarlas a crecer y a ser rentables”. De hecho, han lanzado una convocatoria hasta el 15 de diciembre para captar nuevas oportunidades de inversión.
Cabe destacar que, como afirman tanto desde Repsol como desde Ilunion, "todas estas actividades y negocios sociales tendrán como guía esencial su posible escalado, su rentabilidad económica y financiera para que sean sostenibles en el tiempo y la inclusión de colectivos vulnerables, asegurando así la generación de valor e impacto”.