En Repsol, concretamente su filial de Electricidad y Gas, están completamente convencidos del crecimiento de su compañía hacia este sector. Confían en una “mejora en la comercialización de luz y gas” y, además, hacerlo a través de “nuevos servicios energéticos” y el desarrollo de “más proyectos renovables”. Es por eso que han inaugurado unas nuevas oficinas en Madrid –calle General Lacy–, cerca del Campus Repsol.
Según la compañía, estas oficinas –tres plantas distribuidas en 7.000 metros cuadrados en torno a un patio central– tienen capacidad para acoger cerca de 500 personas. Asimismo, estas “modernas” instalaciones, aseguran, ya cuentan con un centro de control de gestión de la energía. Este es capaz de monitorizar, en tiempo real, los diversos flujos de los mercados del sector de la luz y el gas “de forma ininterrumpida”, subrayan desde Repsol.
Explican que estas oficinas “no tienen barreras ni papeles”, ya que quieren basar su eficiencia en las nuevas tecnologías. Por otro lado, también quieren fomentar “el trabajo en equipo, el intercambio de conocimiento, la colaboración, la movilidad y la flexibilidad”. De ahí que la arquitectura de las oficinas sea “luminosa y de espacios abiertos”.
“Nos hemos consolidado como un actor relevante en la generación baja de emisiones en la Península Ibérica”, afirman. De hecho, y según la información proporcionada por Repsol, tienen una capacidad total de 2.952 megavatios (MW), más los 1.083 MW de energías renovables que se encuentran actualmente en desarrollo. Una apuesta clara “por una transición energética eficiente y sostenible”, según la compañía.
Ya en 2018, Repsol se adelantó a las teorías que vaticinaban el traspaso de las grandes compañías petrolíferas hacia el sector de la luz y el gas con la compra de cinco centrales eléctricas españolas. Esta cuestión, entre otras, ha hecho que, como indican desde la propia energética, sea “la compañía de su sector que destina un mayor porcentaje de su inversión a fomentar la transición energética y las energías bajas en carbono [según informes recientes de Goldman Sachs y Wood Mackenzie]“.
Para el 2025, como ya anunciaron el pasado julio, prevén conseguir el 90 % de su objetivo: transformarse en una compañía con una capacidad de generación baja en emisiones. Su visión es a largo plazo. Y la creación de estas nuevas oficinas, un paso más en ese camino.