Repsol Technology Lab y PLD Space han firmado un acuerdo para desarrollar combustibles renovables destinados a cohetes espaciales. La idea es sustituir los combustibles actuales por otros que estén hechos con materias primas sostenibles y lo harán realizando estudios de viabilidad. Además, estos nuevos combustibles renovables -que se harán en las instalaciones de Repsol- irán destinados a los microlanzadores Miura 1 y Miura 5.
“Esta colaboración es un hito porque son dos empresas españolas que están colaborando en el desarrollo del primer combustible renovable para lanzadores espaciales. Con lo cual, estamos ante un desarrollo inédito hasta el momento. El empleo de combustible renovable, y en este caso, para la aplicación espacial para lanzadores espaciales, es un paso más en toda la carrera de descarbonización que estamos haciendo en los diferentes segmento de la movilidad: carretera, aviación, marino. Sería la primera vez que lanzásemos un vehículo espacial con combustibles renovables”, indica Dolores Cárdenas, consultora de Diseño de Producto en Repsol Technology Lab.
Actualmente, lo que se utiliza para cohetes es un queroseno líquido parecido al que se utiliza en la aviación civil. Del mismo modo, también se utiliza un combustible específico para cohetes conocido como RP-1. Sin embargo, a raíz de esta alianza, Repsol desarrollará los nuevos combustibles a partir de materias primas renovables o recicladas. “Concretamente, a partir de biocombustibles avanzados fabricados con residuos como materia prima o bien empleando combustibles sintéticos que se producen a partir de hidrógeno renovable y CO2 retirado de la atmósfera. De esta manera se consigue una reducción de la huella de carbono que puede alcanzar el 90% e incluso llegar a ser negativa”, asegura.
El papel de PLD Space
Por otro lado, Raúl Verdú, CBDO y cofundador de PLD Space, adelanta que han previsto lanzar Miura 1 en los próximos meses, un lanzamiento inminente que servirá como demostración. “Y Miura 5, que volará a partir de 2024 desde la Guayana Francesa. Desarrollar este tipo de tecnología va a permitir conseguir cerrar el círculo de la economía del sector espacial que estamos haciendo de manera exponencial esta última década y que es importantísimo cumplir con esa agenda que tenemos en Europa y el mundo de descarbonizar todos los medios de transporte”.
Asimismo, recuerda que fueron “la primera empresa en Europa que apostó públicamente por la recuperación de sus vehículos de lanzamiento como prueba de su compromiso por el medio ambiente. Queremos seguir investigando todas las alternativas que nos permitan reducir nuestra huella de carbono, también en propulsión”.
Cabe recordar que Teprel, su familia de motores de combustible líquido, se alimenta con queroseno y oxígeno líquido (KeroLOX). «Actualmente, para Miura 1 empleamos combustible Jet-A1, el utilizado habitualmente en aviación, mientras que el propelente -la combinación de un combustible y el comburente, que habitualmente es oxígeno- previsto para Miura 5 es RP-1, el estándar para motores cohete”.
Combustibles renovables de Repsol
Parte de los combustibles renovables que Repsol Technology Lab pretende desarrollar se harán a través de biocombustibles. Estos se producen a partir de aceites vegetales sostenibles, biomasa, residuos agrícolas y forestales o aceites usados de cocina, entre otros, y Repsol lleva años desarrollándolos en sus complejos industriales. Estos, junto con los combustibles sintéticos, son una opción sostenible y “constituyen una de las principales soluciones para reducir las emisiones del transporte en los próximos años”. Su gran valor es que se pueden utilizar en vehículos actuales sin necesidad de realizar ninguna modificación en los motores ni en las infraestructuras de distribución y repostaje existentes.
De hecho, durante el primer semestre de 2023, Repsol pondrá en marcha la primera planta de biocombustibles avanzados de España, en Cartagena. Fabricará 250.000 toneladas de biocombustibles avanzados a partir de residuos. En cuanto a combustibles sintéticos, Repsol ya avanza en su planta de combustibles sintéticos de Bilbao, que iniciará la producción en fase demostrativa en 2024.