Repsol lleva años produciendo hidrógeno. De hecho, es el primer productor español. Lo utiliza para sus centros industriales con el objetivo de llegar a cero emisiones netas en 2050. Por su parte, Talgo ya cuenta con una serie de trenes propulsados por hidrógeno que permitirán descarbonizar líneas ferroviarias. Y tiene además previsto poner en vía en el próximo mes de noviembre un primer tren de este tipo. Con este bagaje, ambas compañías se han unido para impulsar el tren de hidrógeno renovable en nuestro país.
Fuentes de Repsol explican que, por un lado, “la compañía aportará su infraestructura de generación de hidrógeno renovable y la logística con la que cuenta para abastecer a la red ferroviaria”. Y que, por otro lado, “Talgo abordará el diseño, fabricación y puesta en marcha de los nuevos trenes autopropulsados de Media Distancia y Cercanías”.
Y asimismo, conjuntamente promoverán “la consecución de uno de los objetivos marcados en la Hoja de Ruta del Hidrógeno aprobada por el Gobierno el pasado octubre, que establece como meta para el año 2030 contar con dos líneas de trenes comerciales propulsados con hidrógeno renovable”.
El tren Vittal One
Talgo ya se encuentra desarrollando el tren de hidrógeno renovable Vittal One, que será el primer tren dual hidrógeno-eléctrico, lo que acelerará el trabajo de la colaboración. Según la información proporcionada por la compañía ferroviaria, este innovador sistema utiliza pilas de hidrógeno que aportan la energía a los motores eléctricos del tren.
“Se alimenta de fuentes de energía renovable, como la solar fotovoltaica o la eólica, que producen hidrógeno que se almacena y, posteriormente, se utiliza para alimentar los sistemas de propulsión avanzados basados en pilas de combustible, como el diseñado por Talgo. El sistema se complementa con baterías que incrementan la aceleración disponible en los arranques, aprovechando las frenadas del tren para recargarse”, explican.
Y es que, a diferencia de los sistemas de baterías extendidos en automoción, la tecnología de hidrógeno se presenta como “la respuesta lógica” a las necesidades de transporte pesado. Y, en particular, de aquellas líneas ferroviarias que no cuentan con sistemas de electrificación mediante catenaria, y que, a día de hoy, dependen de trenes propulsados por motores diésel. “El sistema de hidrógeno permite así ‘electrificar’ las líneas de la red convencional sin necesidad de costosas y prolongadas obras de adaptación, prescindiendo de combustibles fósiles”, indican sobre el nuevo tren de hidrógeno renovable.