El pasado año, Endesa regeneró más de 40.000 toneladas de materiales procedentes de las labores de construcción, mantenimiento y mejora pertenecientes a su red eléctrica –unos 310.000 kilómetros de líneas. En total, le dieron una segunda vida al 98% de los residuos de sus redes de distribución.
Ante la pregunta ¿qué hacer con los residuos de la red elécrica? La respuesta es simple: en particular, Endesa recupera el material metálico de los equipos de la red, baterías y acumuladores; “en cuanto se recogen empieza el proceso de regeneración, o se dan nuevos usos a los aceites minerales utilizados en subestaciones eléctricas; y se reciclan o recuperan metales y compuestos metálicos del cableado eléctrico”, explican desde la compañía.
“La constante mejora de una red tan extensa genera inevitablemente residuos, pero el concepto de residuo desaparece cuando se da una segunda oportunidad a los materiales. Así, gracias a los gestores de residuos autorizados, son capaces de devolver a los residuos al ciclo de producción y consumo, y hoy en día, ya se reutilizan y aprovechan prácticamente la totalidad los residuos valorizables provenientes de acuerdo con los principios de la economía circular”.
Por otra parte, estos residuos también tienen categorías: especiales y no especiales: “Se consideran especiales el aceite aislante y las emulsiones de agua con aceite de los transformadores, por ejemplo, de los que se consigue reciclar en torno al 90 %; mientras que se clasifican como no especiales la chatarra, aisladores, escombros, cableado eléctrico, postes de hormigón, papel y plásticos, entre otros, que tienen un porcentaje de reciclaje que alcanza prácticamente el 100%”.
La estrategia de Endesa
La compañía energética cuenta con una Política Ambiental que se basa, destacan en un su propia estrategia –ya sea para residuos o no–, “por una clara apuesta por la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor”. Esto es, que entre otras cosas,, la actividad de distribución de energía eléctrica se realiza garantizando la excelencia en la gestión ambiental y la mejora continua de los procesos. “Así, se trabaja para la disminución progresiva del consumo de recursos y la reducción del impacto sobre el medio ambiente donde se desarrolla su actividad productiva”.
El plan, –a través de sus múltiples programas de sostenibilidad a los que se han asociado–, tiene por objetivo “sustituir una economía lineal basada en extraer, producir, consumir y tirar, por una economía circular en la que se reduzcan, reutilicen o reciclen los materiales para reincorporarlos al proceso productivo, así como reducir o, incluso, en lo posible, eliminar la producción de residuos”. En definitiva, se trata de “valorizar” los residuos e ir “un paso más allá" en su gestión.