Resonancias magnéticas más potentes contribuyen a la detección precoz del Alzheimer

resonancia magnetica Alzheimer

La resonancia magnética puede ser un gran aliado para detectar deficiencias en la conectividad cerebral antes de que aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Así lo afirman investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) en un estudio publicado en la revista Alzheimer 's Research & Therapy, en el que han utilizado un aparato de resonancia de 7 Teslas, mucho más potente que los convencionales que se utilizan para pacientes, con modelos animales.

El Alzheimer también se ha definido como un síndrome de desconexión. Y por eso la conectómica, es decir, medir la conectividad cerebral a través de la resonancia magnética, puede ser clave para identificar alteraciones en las conexiones del cerebro asociadas a esta enfermedad. En este estudio, los investigadores han utilizado modelos animales, concretamente, un modelo de rata transgénica que desarrolla esta dolencia de forma progresiva con la edad.

Después se analizaron tanto el comportamiento como la conectividad cerebral antes de que se manifestara la neurodegeneración Las capacidades cognitivas y funcionales se estudiaron mediante un test conductual y, posteriormente, se realizaba la resonancia magnética con un equipo de 7 Teslas. Así, las imágenes obtenidas se procesaron para, gracias a ellas, obtener un mapa de la conectividad estructural y funcional del cerebro. El resultado, según Guadalupe Soria, coordinadora de esta investigación, “demuestra que hay deficiencias a nivel neurocognitivo y de conectividad cerebral en ratas que desarrollan la enfermedad de Alzheimer en fases muy tempranas, cuando aún no han aparecido los síntomas característicos de la enfermedad”.

Los investigadores también han observado que en los animales transgénicos había un retraso en la capacidad de aprendizaje y que presentaban redes estructurales del cerebro menos eficientes, si bien la funcionalidad no se veía aún afectada. Lo que sí han detectado según Soria, es “que había determinadas regiones del cerebro con diferencias a nivel estructural y funcional, como son las zonas relacionadas con los procesos de memoria y recompensa, que se sabe que también están alteradas en pacientes con la enfermedad”.

En definitiva, ha concluido Guadalupe Soria, el trabajo ha mostrado “el potencial de la connectómica basada en la resonancia magnética como biomarcador temprano en esta enfermedad”.

Especiales