Szilvia Endrényi (Budapest, 43 años) empezó a trabajar en el sector salud por pura casualidad. La profesional, que lleva ya casi 20 años asentada en España, estudió ciencias económicas y entre lo que más le apasionaba estaba el desarrollo de proyectos, de negocios y el marketing. Más tarde descubrió el mundo alrededor de la sanidad y trasladó sus conocimientos económicos y de gestión a este sector.
“Poder contribuir a un mundo mejor en el campo sanitario es uno de los factores que más nos motiva”, explica en una entrevista con Innovaspain. Endrényi, junto con su socio, Manuel Luque, fundaron Rethink Medical, una startup que desarrolla soluciones médicas innovadoras. La empresa ha sido seleccionada por APTE (Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España) entre las 100 mejores startups del año 2023 ubicadas en sus 51 parques científicos y tecnológicos.
La idea de dar vida a una empresa nació a raíz de un curso de innovación sanitaria de la Harvard Medical School, donde Endrényi y Luque coincidieron por primera vez. “Desde el punto de vista profesional, nos complementamos muy bien. Él como enfermero conoce perfectamente la parte clínica de los problemas a resolver y yo, como profesional de marketing y desarrollo de negocios, conozco bien las necesidades desde el punto de vista comercial”, afirma. Rethink Medical dio sus primeros pasos hace casi una década, a finales de 2014. Su primer proyecto, el más avanzado hasta la fecha, surgió gracias a la experiencia laboral de Luque como enfermero. Se trata de la sonda urinaria T-Control.
Sonda urinaria T-Control
Si bien las sondas urinarias llevan existiendo desde hace décadas, “dejan mucho que desear”, asegura la empresaria. De hecho, el sistema de drenaje más utilizado consiste en una bolsa colectora de la orina que se ata en la pierna y que conlleva un alto nivel de dependencia y limitaciones en la vida cotidiana del paciente. Como explica Endrényi, se trata de una solución molesta y poco discreta, que influye negativamente en la calidad de vida de quien la use y afecta no solo su cuerpo, sino también sus relaciones sociales y su salud mental.
“Con T-Control pretendemos permitir que los pacientes puedan orinar sin necesidad de hacer uso de bolsas colectoras, pudiendo usar cualquier baño convencional y sin que nadie tenga que percatarse de que tienen una sonda puesta”, explica. Asimismo, la solución ideada por Rethink Medical, también pretende prevenir aquellas infecciones que se generan frecuentemente con el sondaje y que agravan los riesgos de mortalidad y morbilidad.
Endrényi resume de manera sencilla el objetivo de su producto: mejorar la calidad de vida de los pacientes, prevenir las infecciones, aumentar la eficiencia y la seguridad de los profesionales de la salud, así como reducir los costes del sistema sanitario. Y, ante una sociedad siempre más envejecida y el aumento de la esperanza de vida, estas soluciones son muy requeridas. “Ver el impacto que puede tener esta innovación cuando llega a las personas que lo necesitan es lo que más te empuja”, destaca Endrényi.
El reto de la financiación
La realización del proyecto no ha sido fácil al principio. Conseguir los recursos, de hecho, es el principal de los obstáculos para muchas startups que empiezan su recorrido. Endrényi recuerda que durante los primeros años se financiaron con sus propios recursos y las aportaciones de algunos amigos. Sin embargo, tras los primeros resultados positivos lograron acaparar el interés de inversores privados y obtener recursos y servicios de organismos e instituciones.
Entre estas destacan el Centro para la Integración de la Medicina y las Tecnologías Innovadoras, EIT Health, un consorcio de más de 144 empresas líderes, universidades y centros de investigación de 14 países europeos, la Sociedad para el Desarrollo Económico de Canarias, el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, y la Comisión Europea.
“El principal obstáculo era, es y me temo que siempre será el aspecto financiero. Cuando hablamos de proyectos como el nuestro, resulta muy difícil asumir los costes que surgen antes de poder obtener una patente o demostrar las bondades del producto. Sin estos dos activos, además, es prácticamente imposible obtener apoyo financiero externo, privado o público”, confiesa la empresaria.
Pese a estas dificultades, reconoce las ventajas de trabajar en una empresa pequeña y en desarrollo. Si bien, por un lado, una compañía grande tiene más recursos, la flexibilidad es menor, puesto que se necesita más consenso y por ello los proyectos tardan más en desarrollarse. “En nuestra startup la idea era buscar el modelo contrario. Somos muy abiertos a nuevas ideas, muy prácticos y ágiles. Cuando los recursos están disponibles, el resultado es muy visible en un tiempo relativamente corto”, asegura.
Un sector competitivo
Rethink Medical, con sede en el Parque Científico Tecnológico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha logrado recientemente otro hito. El pasado enero ha sido reconocida como una de las 100 mejores startups de 2023 en España por la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España (APTE). Para Endrényi se trata de un reconocimiento importantísimo, especialmente en un sector muy competitivo como el de las startups de tecnología sanitaria.
De las empresas seleccionadas, 32 de estas han sido fundadas por mujeres y Rethink Medical es una de ellas. “Generalizando, creo que nosotras, las mujeres, tenemos quizás más dudas a la hora de emprender por la preocupación por poder cumplir con nuestro deber en todos los ámbitos de la vida”, confiesa. Emprender requiere una ingente inversión de recursos, no solo económicos, sino también de tiempo. Pero para la emprendedora, todos los sacrificios iniciales han merecido la pena. “Nos enorgullece que ya contamos con tantas instituciones que nos respaldan”, concluye.
El próximo objetivo para Rethink Medical está en un nuevo aumento de capital para el desarrollo de nuevos proyectos y para que sus productos lleguen a los centros sanitarios no solo en España, sino también en Europa y en Estados Unidos, gracias a la colaboración con grandes empresas de distribución.