Reforestar allí donde más falta hace y generar empleo en zonas rurales. Esta combinación -revestida de tecnología- es la base de ReTree, el proyecto nacido en 2020 y liderado por Pedro Pérez de Ayala. La clave del éxito de la iniciativa ha sido sumar a la causa a empresas comprometidas, que no han dudado en compartir el empeño de Pérez de Ayala por evitar la desertificación y la degradación de los ecosistemas españoles, promover el desarrollo de la biodiversidad y generar impacto social.
¿Cómo lo consiguen? Con una práctica tan antigua como efectiva: plantando nuevos bosques que las empresas ‘apadrinan’. “Vamos a aquellas áreas degradadas donde es muy complicado que el bosque se regenere de manera natural”, apunta Pérez de Ayala en una entrevista con Innovaspain.
Impacto medioambiental y social
A cambio, las compañías revisten de solidez y sentido sus estrategias de sostenibilidad, compensan su huella de carbono, alcanzando o superando la neutralidad climática (ReTree facilita distintos certificados), y pueden comunicar estos logros desde una base fiable y sólida. “Entre tanto desconocimiento, permitimos que las empresas que trabajan con nosotros obtengan una rentabilidad, no económica, pero sí de impacto sobre clientes, empleados y estrategia”, explica el emprendedor.
Además, cuando ponen en marcha un nuevo proyecto, ReTree se ‘nutre’ del trabajo y el saber hacer de los habitantes del lugar. “Ellos conocen cómo trabajar bien su tierra. Contar con estas gentes convierte al proyecto en algo más redondo. Es bonito ver cómo se vuelcan”.
Innovación
Pedro Pérez de Ayala añade que la otra gran pata de ReTree es tecnológica. “Desde el principio hemos sabido que el terreno en el que nos movemos necesita más trazabilidad y transparencia. Son sorprendentes algunos mensajes vinculados a la sostenibilidad lanzados por las empresas. No podíamos seguir por ese camino”.
Esta voluntad les llevó a la creación de un software con el que es posible ‘digitalizar’ cada árbol del bosque mediante tecnología satelital. ReTree monitoriza la absorción de CO2 para demostrar de manera tangible que el compromiso adquirido es real. “Lograrlo nos ha llevado más de dos años y, aunque está sujeto a mejoras, ya es funcional y vamos por la segunda versión”.
La digitalización abre numerosas puertas para que las empresas extraigan de la colaboración con ReTree el máximo beneficio. Así, el área de márketing puede gamificar con los clientes finales la plantación/activación de árboles y comunicar mensajes fiables a nivel interno o a la opinión pública. Decathlon, ECOEMBES, Rovi, Helios, Prosegur o NH Hoteles son algunas de las compañías que forman parte del TOP 10 ReTree, tanto en árboles plantados como en cantidad de CO2 absorbido.
Trabajar lo local
“Cuando empezamos, ya existían proyectos de compensación en el mundo, pero muy lejos de aquí. Perú, Madagascar o Indonesia son países donde es más barato desempeñar nuestra actividad, pero son iniciativas en las que abunda el engaño”. Pérez de Ayala asegura que el objetivo, “y el sueño”, de ReTree es contribuir a que España no se convierta en un desierto en las próximas décadas.
Preguntamos al CEO de la compañía por ejemplos concretos. “Los bosques siempre están ubicados en lugares especiales. Por ejemplo, en la sierra de Madrid, hay un área que se deforestó en la Guerra Civil, destinada a la agricultura. Cuando este proceso es llevado a cabo en zonas montañosas, se produce una erosión y, allí donde no hay vegetación, emerge la roca madre. Es muy difícil que se recupere un bosque autóctono”.
En la provincia de Teruel, una tala brutal siglos atrás sirvió para construir las naves de la famosa Armada Invencible. “Esta zona, muy despoblada, es conocida como el triángulo del frío. Nos costó dar con los recursos, pero hoy existe un bosque en mitad de la nada. A nivel ecosistémico, es igual que generar un oasis. El Almería, tenemos un proyecto que para la absorción de CO2 es nefasto porque hay que plantarle cara al desierto. El bosque crece lentamente, pero juegan otro papel: el de frenar la desertificación como una primera línea de defensa”.
A lo largo de estos años, Pérez de Ayala se ha liberado de algunos prejuicios. El más importante: pensar que la empresa privada era un gran demonio contaminante y destructivo. “Ahora creo que son las empresas las que, voluntariamente, están impulsado la verdadera transformación verde. Ni la legislación obliga a nada ni reciben subvenciones o ayudas. Descubrir esta voluntad ha supuesto una enorme alegría”.
Los peligros del greenwashing
Que el gran cambio a nivel corporativo se haya activado, no implica que el greenwashing esté en vías de extinción. “Es un problema. Tanto que la UE ha diseñado normativas para evitarlo y vigilarlo. Lo peligroso es que quienes queremos hacer las cosas bien perdamos credibilidad por las malas praxis de otros. Somos los primeros que buscamos trabajar con empresas comprometidas de verdad. La idea no es solo que quieran compensar CO2, sino reducirlo. Hemos de tener cuidado, ya que ha habido intentos de hacer greenwashing a través de ReTree”.
El modelo de negocio de la startup es simple. “Cobramos por tonelada de CO2, por la monitorización y digitalización del bosque y, por supuesto, por su mantenimiento”. Pedro Pérez de Ayala se detiene en este punto, que considera fundamental. “Recomiendo a las empresas que buscan involucrarse en un proyecto de compensación por reforestación que se informen bien. El quid de la cuestión es el mantenimiento, que marca la diferencia de costes entre unas iniciativas y otras. Si un proyecto es muy barato, deben desconfiar”. ReTree también organiza actividades de voluntariado corporativo y desarrolla estrategias de comunicación y marketing sostenibles.
La empresa ha sido seleccionada en la séptima edición de programa de impulso al emprendimiento “Lánzate”, promovido por la Escuela de Organización Industrial (EOI) y Orange. “Es una experiencia muy rica donde aprender y mejorar. Cuando me reúno con los CEO que actúan como mentores en el programa no busco clientes, sino saber mejor qué hacer y qué no hacer. Ha sido bastante revelador. Conoces a personas con recorridos muy interesantes. Algunos están en una situación parecida a la mía, otros no, pero todos los puntos de vista tienen valor”, concluye el CEO de ReTree.
