Su hallazgo ha permitido identificar nuevos pasos y componentes implicados en la fabricación de los ribosomas. Se trata de nanomáquinas moleculares encargadas de fabricar las proteínas, las moléculas que constituyen los bloques estructurales de todas las células de nuestro organismo; de ahí su importancia. De esta forma, se abre la puerta a la búsqueda de nuevas dianas terapéuticas para distintas enfermedades, entre ellas, el cáncer.
Han sido investigadores del Centro de Investigación del Cáncer (CIC-IBMCC, centro mixto Universidad de Salamanca y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y del CIBER de Cáncer, liderados por Mercedes Dosil, los que han desarrollado este nuevo método que permite, por primera vez, el estudio exhaustivo de la síntesis de los ribosomas en células humanas
Es el fruto de un trabajo de más de cinco años, publicado en la revista Nature Communications, centrado en la importancia de los ribosomas. “Son unas estructuras esenciales para el mantenimiento de las células”, señala Mercedes Dosil, doctora e investigadora del CIBERONC. A nivel molecular estaban muy estudiadas y, sin embargo, no se conocía con la misma profundizar su proceso de formación.
“Todo lo que se conoce acerca de cómo se forma provienen de estudios que se han hecho en microorganismos, en levaduras y bacterias, pero en células humanas era un tema que no se había tocado apenas”, añade la científica en declaraciones a Innovaspain.
Doble interés biomédico
En la última década comenzó a despertarse un gran interés por este tema al descubrirse una serie de enfermedades genéticas, denominadas científicamente como ribosomopatías, que se originan como consecuencia de defectos en alguno de los pasos que median la formación de estas nanomáquinas.
Por otro lado, se sabe ahora que la producción exacerbada de ribosomas es uno de los mecanismos que permiten a las células tumorales crecer más rápidamente. O, como explica Dosil, “hay un grupo de cánceres bastante grande que producen ribosomas de manera descontrolada”. Esto ha llevado, por ejemplo, al desarrollo en años recientes de fármacos que tienen como dianas algunos elementos implicados en la fabricación de estas partículas celulares.
Próximos pasos
“Queremos estudiar en el futuro cómo ocurre para plantearnos si alguno de estos puntos débiles que nos parece que estamos viendo ahora –todavía no tenemos suficientes datos– puede ser un punto bueno para atacar la formación de los ribosomas y poder frenar la proliferación en algunos casos”, señala la doctora como objetivo a largo plazo. En lo que ya están trabajando es en analizar qué ocurre en distintos cánceres, algo que pueden hacer gracias al nuevo método que ellos mismos han desarrollado.
“Este nuevo método será de aplicación a partir de ahora para estudiar de forma cada vez más precisa todos los pasos de la formación de esta maquinaria celular, lo que nos permitirá también saber mucho mejor la base molecular del cáncer y varias enfermedades hereditarias que, hasta ahora, estaban muy poco estudiadas”, añade.
La financiación de este trabajo ha sido posible gracias a proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, el Instituto de Salud Carlos III y la Consejería de Educación de la Junta de Castilla-León. Estas ayudas constan de cofinanciación por parte del Programa FEDER de la Unión Europea.