Saber qué tipo de edificios tienen una mayor disposición a derrumbarse en el caso de un terremoto. Con este objetivo, investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han llevado a cabo un estudio que ha dado como resultado una nueva metodología que ayude a tomar medidas en relación a la planificación urbana para, en función de unas características, clasificar los inmuebles según su habitabilidad tras un seísmo e identificar rápidamente aquellos que presenten un mayor riesgo.
Actualmente ya existen diversos estudios y metodologías que clasifican los edificios en función de su vulnerabilidad sísmica. Sin embargo, la principal novedad que incluye esta investigación, es el estudio sobre si los modificadores urbanos están relacionados con la habitabilidad. Para ello, han clasificado aquellos parámetros urbanísticos que aumentan los daños materiales tras un terremoto y, a partir de ahí, han elaborado una clasificación de las tipologías de viviendas que podrían quedar inhabitadas tras un temblor.
Según ha explicado Sandra Martínez Cuevas, una de las investigadoras participantes en el estudio, “toda esta documentación sería muy valiosa para los ayuntamientos y comunidades autónomas que se encuentran en zonas de riesgo sísmico al poder catalogar su parque inmobiliario, así como para protección civil que podría prever cuáles son las edificaciones que se quedarían inhabitables y la población sin hogar”.
El estudio se ha realizado en la ciudad de Lorca, para comprobar la relación existente entre los modificadores urbanos descritos y los daños sufridos por esta localidad en el seísmo que sufrió en 2011. En total, se analizaron 816 edificios, clasificándolos en función de factores como según su estructura, el suelo sobre el que se asentaban y el tipo de daño que sufrieron. Así, los investigadores han podido calibrar los modificadores urbanos para cada tipo de suelo y cada tipología estructural. Tal y como ha comentado Martínez Cuevas, “esta primera graduación de los modificadores urbanos en su relación con el daño nos va a permitir poder incidir inicialmente en las normas urbanísticas de la ciudad de Lorca con precisión y dar unas primeras recomendaciones a la hora de planificar la ciudad y poder reducir así los daños ante futuros terremotos”.
Escala de habitabilidad
Finalmente, se realizó una escala de habitabilidad y se unieron los niveles con una elevada probabilidad asociada al daño en cada tipología constructiva y para cada tipo de suelo. Tal y como ha indicado Martínez Cuevas, “podríamos afirmar con un 70% de fiabilidad cuáles serían los edificios que se quedarían inhabitables y cuáles no si ocurriera en Lorca un terremoto con las mismas características que el de mayo de 2011”. Asimismo, este método permitiría realizar cartografías de análisis de la habitabilidad de los edificios “que pueden aportar aproximaciones de gran interés para tareas de mitigación o de planificación de la respuesta temprana”.