Desde hace ya varios años, los pagos a través del móvil se han convertido en un gesto de lo más habitual, apostando por la comodidad de no llevar cartera ni tarjetas. Pero, ¿y si en lugar de usar un teléfono usásemos un anillo? Esta es la propuesta de Rikki, la startup que está detrás del primer anillo inteligente español que permite comprar con un simple gesto, acercando la mano al datáfono para poder realizar compras. En su interior, integra un chip NFC de seguridad bancaria certificado por Visa y MasterCard, que cifra los datos para garantizar que nunca estén expuestos. Si se vincula este anillo con una o más tarjetas bancarias de la Unión Europea, las personas pueden hacer sus tareas diarias y pagar con él.
Detrás del proyecto se encuentran Elena Yorda y Elena Fuenmayor, dos ingenieras visionarias y veteranas del ecosistema emprendedor barcelonés con más de una década de experiencia en el mundo fintech, que han transformado su pasión por la tecnología en esta innovadora joya. Su historia comenzó mucho antes de Rikki.
“Hace años estuve involucrada en una startup de pulseras NFC para festivales (“closed loop”) y me di cuenta que detrás de este pequeño chip hay un mundo lleno de oportunidades” cuenta Elena Yorda. Empezó a desarrollar una idea de wearable de pago en “open loop” con servicios adicionales para menores de edad. “Es un mundo fascinante pero no conseguí dar con un modelo de negocio sostenible, que no se basase en acumular pérdidas multimillonarias, mantenidas solo por constantes rondas de inversión. Al final, y después de más de un año de trabajo decidimos no lanzar sino seguir buscando un enfoque sostenible”.
Combina tecnología, diseño y usabilidad
Así nació Rikki, el anillo autónomo con el que poder pagar en cualquier negocio del mundo donde acepten MasterCard Contactless. Su funcionamiento, aseguran, es muy sencillo. “Se configura usando la app, disponible tanto para iOS como para Android. El usuario graba la tarjeta donde quiera que se carguen los gastos hechos con el anillo y el sistema es compatible con todos los bancos españoles, excepto EVO banco y Abanca”, explican ambas ingenieras. “Una vez configurado, es independiente del móvil y no se necesita para hacer pagos. Es importante saber que no se pueden hacer operaciones accidentales, es decir, no te pueden cobrar pasando el datáfono cerca de tu mano sin que te des cuenta”.
La seguridad del anillo se basa en varios elementos: la tokenización, el PIN y el control por la app. “Utiliza tecnología de tokenización con lo que se evitan leer y transportar datos sensibles a través de datafonos y redes de comunicación. Con esto la seguridad de pagos se incrementa sustancialmente. Por otro lado, el anillo dispone de su PIN y los pagos de más de 50 euros se tienen que confirmar con él. Y por último, en caso de robo o pérdida, el usuario siempre puede bloquear o cancelar el token del anillo con un simple click”.
«La tecnología tiene que ser invisible y no intrusiva”
Además, funciona sin batería y sin conexión a internet, lo que permite aislarse del ruido mental que en ocasiones pueden suponer las notificaciones y mensajes. «Creemos que la tecnología ha estado ocupando demasiado espacio en nuestra mente y en nuestro día a día. La filosofía por la cual nace este innovador anillo es la de contrarrestar la dependencia del móvil que atraviesa la sociedad”. Por último, cuenta con un diseño minimalista y discreto que permite poder emplearlo en cualquier ocasión y cualquier lugar, incluso bajo en agua, combinando así tecnología, diseño y usabilidad.
Las ingenieras y fundadoras de Rikki ya buscan nuevas funcionalidades para estos anillos inteligentes. De hecho, planean que a futuro pueda ayudar a facilitar la vida cotidiana para usos que requieren un compromiso con la seguridad y el bienestar. Entre ellos, la apertura de puertas y la localización de menores y gente mayor. “Imagínate que puedas acceder a la oficina sin necesidad de llevar colgada la tarjeta de control de acceso, o que puedas abrir la puerta de tu casa sin necesidad de buscar las llaves. O si esa persona tan querida pero vulnerable se está retrasando, poder localizarla en un instante”.