Son pequeñitos y se desplazan a una velocidad promedio de 53 milímetros por segundo, dos veces más rápido que una medusa real (que se mueve a 30 milímetros por segundo). Se trata de unos robots blandos inspirados en las medusas desarrollados por investigadores de ingeniería de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NCSU) y la Universidad de Temple.
"Queríamos hacer un robot completamente blando, sin columna vertebral interna, que todavía utilizara ese concepto de cambiar entre dos estados estables para hacer que se moviera con más potencia y más rápidamente. Y uno de los animales en los que nos inspiramos fue la medusa", explica la profesora adjunta de ingeniería mecánica y aeroespacial de la NCSU Jie Yin, una de las cuatro autoras de un artículo publicado en Advanced Materials Technologies.
De acuerdo con la investigadora, tales robots podrían ser utilizados para monitorear el medio ambiente submarino o como acceso rápido a un espacio estrecho para recoger información en situaciones de búsqueda y rescate.
El movimiento de estas medusas es “como abrir y cerrar un paraguas con agua en su interior”, precisa Jie. Cuando el paraguas está cerrado, el agua es expulsada y empuja a la medusa a moverse hacia adelante.
“El 'paraguas' blando tiene canales de aire, cuando bombeamos el aire para expandir los canales de aire, este se cierra rápidamente para expulsar el agua hacia fuera e impulsarse a sí mismo hacia adelante. La velocidad rápida surge de la deformación de cierre rápido en el 'paraguas' blando”, precisa la investigadora.
Los investigadores crearon estos robots a partir de dos capas unidas del mismo polímero elástico, parecido al caucho “incluso más suave que la piel humana”. Una de las capas de polímero está estirada, mientras que la segunda capa no, y contiene un canal de aire.
En un trabajo anterior, los investigadores se centraron en la fabricación de robots blandos inspirados en los guepardos y, aunque los robots eran muy rápidos, todavía tenían la columna vertebral interna rígida.
“Los guepardos son las criaturas más rápidas de la tierra, y obtienen su velocidad y potencia de la flexión de sus espinas dorsales”, asegura Jie.
Otro de los robots blandos creados por el equipo de investigación fue una oruga blanda de movimiento rápido que se asemeja a este insecto que riza su cuerpo y luego salta hacia adelante mientras libera rápidamente su energía almacenada.