En 2023, ENISA, la Empresa Nacional de Innovación, concedió 643 préstamos participativos por un importe de 112.273.000 euros, lo que supuso un incremento del 6,4 % con respecto al importe aprobado en 2022. Estas cifras representaron un nuevo récord anual de ejecución de la empresa pública, cuya voluntad es llegar a todo el país en su apoyo al ecosistema emprendedor. Rocío Castrillo, directora de Emprendimiento y Estrategia de ENISA participó este martes en un nuevo #DesayunoDeInnovación organizado por Innovaspain en Impact Hub Barceló (Madrid), con el foco en el binomio innovación y territorio.
“Para ENISA, ayudar a los emprendedores y emprendedoras independientemente de su ubicación geográfica es una prioridad. Analizamos nuestras actuaciones no sólo para no ampliar las brechas que sufren determinadas áreas del país, sino para contribuir a que cada vez sean más estrechas”. Castrillo añadía: “Sabemos que la financiación es necesaria para empezar a desarrollar una idea, pero no es lo único que hace falta”.
En este sentido, considera que los proyectos empresariales que optan a los préstamos no siempre responden al concepto típico de startup que quiere llegar al mercado con una idea novedosa. “Tenemos un enfoque más amplio, que incluye a empresas que no son netamente innovadoras. Si el proyecto incorpora innovación ya existente o quiere abrir una nueva línea de negocio ligada a nuevas tecnologías, es perfectamente seleccionable”.
Más allá de los préstamos y las líneas de financiación el compromiso de ENISA con el territorio queda patente gracias a sus continuadas labores de comunicación y divulgación. Hace unos meses, la gira Spain UP Nation, llevó a la empresa pública a 60 ciudades del país, dejando al margen los grandes polos de I+D (Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia). “Fue un trabajo duro, pero muy enriquecedor. Creamos espacios donde ENISA antes no llegaba con tanta fuerza”. Para Rocío Castrillo, estos movimientos responden a una estrategia de Gobierno más amplia, con el reto demográfico como uno de los desafíos contemplados en el plan de recuperación. “El objetivo es que la actividad de ENISA impacte en todo el territorio”.
Un nuevo estatus para las startups
Agente clave en la definición de la reciente Ley de Startups, ENISA se ocupa de acreditar como tales a las empresas emergentes para dotarlas de mayor solidez y beneficios fiscales. “Las startups cuentan ahora con un marco normativo ajustado a sus necesidades de capital o a las peculiaridades de los plazos que manejan estos proyectos”.
Hasta el momento, ENISA ha acreditado unas 1.000 startups. “Al margen de las cifras, esta labor nos va a permitir ir más lejos en nuestros análisis del ecosistema emprendedor. Tendremos más claro el mapa. También ayudará a saber el número real de startups que existen en España, algo para lo que actualmente no hay consenso. Vamos a medirlo todo con más precisión y a identificar espacios sectoriales”.
En su prospección, ENISA confirma algunas evidencias, como que muchos de los proyectos que solicitan préstamos proceden de las grandes ciudades del país. Pero, ante un nuevo tablero de análisis, han descubierto cosas reveladoras. “Por ejemplo, unas 40 empresas certificadas como startups están ubicadas en municipios de menos de 5.000 habitantes. A priori son empresas que deberían haberse encontrado con problemas de financiación o de atracción de talento… Hay que tener una cosa muy clara: no es lo mismo crear empleo en Madrid que en un pueblo pequeño como tampoco lo es el impacto transformador en uno u otro caso. Queremos profundizar en casos cuyo impacto territorial va mucho más allá del hecho de crear una nueva startup”.
No solo agro
ENISA dispone de una línea de préstamos, Agroinnpulso, llamada a prestar atención a la transformación digital en proyectos del medio rural o del sector agroalimentario. Rocío Castrillo señalaba que se trata de un línea que “funciona muy bien”, pero añadía que no pretenden limitar las oportunidades del ámbito rural a determinadas áreas. “Todas las líneas de financiación de ENISA están disponibles en cualquier lugar del país”.
La responsable de ENISA opina que se dan otras medidas paralelas que contribuyen a una mejor carburación de la empresa pública y los proyectos a los que ayuda en zonas rurales. Castrillo se refería a la extensión al 100 % de la población de la banda ancha de alta velocidad. Un hito del plan de recuperación que será cumplido en 2025. Considera además que las herramientas digitales permiten a las startups estar en contacto permanente con sus clientes, proveedores y socios, inversores incluidos. “El cambio es total si comparamos la situación hace apenas una década. Los propios inversores empiezan a estar interesados en diversificar sus operaciones en lugares alejados de los enclaves habituales. Los Planes Complementarios impulsados por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades también son una buena noticia para que las propias regiones definan qué retos son los que más les urge resolver”.
Panacea
Panacea Cooperative Research es un claro ejemplo para evidenciar que hay vida fuera de Madrid y Barcelona. Ligada a las universidades de Granada y León, esta organización horizontal (los empleados se convierten en socios) espira con su primer producto (Skeleton.ID) a convertirse en una referencia mundial en el uso dela IA en el área de la antropología física y forense gracias a un equipo de investigadores e ingenieros de software altamente capacitados. Como explica Marcos Macías Jáñez, Secretario del Consejo Rector de Panacea, es posible que este anhelo sea una realidad desde una región como El Bierzo.
"Hasta la fecha, la zona es conocida por la gastronomía, el vino o la tradición minera. Ahora pretendemos que también lo sea por la innovación en IA, donde aspiramos a ser punta de lanza", afirma Macías. "Decidimos buscar talento lejos de las grandes ciudades y descentralizarnos. Queremos apoyar a nuestra región, que tanto 'amor' nos ha dado cuando crecíamos". El emprendedor menciona que en el momento actual del proyecto (comenzaron en 2017) influye el empuje que en su día les proporcionó ENISA, junto a la Universidad de Granada. "Si estamos aquí es gracias a que confiaron en nosotros en un momento en el que no sabíamos si el proyecto iba a funcionar. La innovación es un camino a medio-largo plazo, no siempre definido. También luchamos para que los que vengan detrás lo tengan más fácil".
