Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ha estado presente en la jornada ‘La Inteligencia Artificial al servicio del ciudadano y la empresa’, organizada por Grant Thornton y la Comunidad de Madrid. Una jornada muy oportuna porque, como él mismo ha declarado, con el COVID-19, “se ha acentuado la aplicación de la tecnología más innovadora en el ámbito de la salud para crear nuevos dispositivos que detecten contagios o anticiparse a ellos para actuar en consecuencia”.
“Creo que todos coincidimos y afirmamos que el coronavirus nos ha enseñado lo imprescindible que resulta una correcta gestión de los datos. Esencial, a su vez, para poder tener una buena toma de decisiones. Los datos que se generan, la información que se recopila y los datos médicos que se obtienen con cada acción emprendida son los grandes protagonistas. Porque de su análisis y su uso dependen cada uno de los pasos a dar para hacer frente a esta enfermedad”.
Según él, la Inteligencia Artificial, y su combinación con el big data, ha contribuido a que los sistemas sanitarios comprendan mejor el comportamiento del COVID-19, además de enriquecer la investigación analizando rápidamente un gran volumen de datos.
“La Inteligencia Artificial es una gran aliada en la lucha contra el coronavirus”
Para Ruiz Escudero, si un gestor dispone de datos seguros y fiables ya tiene un gran paso dado a la hora de aplicar una gestión óptima en su organización. “Gestión que engrandecerá si sabe interpretar la información que hay detrás. Esto permite no solo tomar decisiones en presente inmediato, sino también predecir qué va a pasar y qué medidas son más adecuadas en función del escenario que se plantea”.
El consejero ha asegurado que una buena estrategia del dato puede marcar la diferencia entre una gestión aceptable y una gestión que se anticipe al futuro y siente las bases del progreso. Y es en este procesamiento de la información donde juega un papel primordial la Inteligencia Artificial, un concepto que, lejos de ser propio de una película futurista, está ya en la sociedad desde hace algún tiempo. “Y, hoy en día, es una gran aliada en la lucha contra el coronavirus”, ha apuntado.
“Por eso, estoy convencido de que los dos grandes pilares de la gestión de la crisis sanitaria en la que nos encontramos inmersos son, en primer lugar, el big data, que se define bien como el petróleo del siglo XXI. Y dos, la transformación digital acelerada por el COVID-19”.
“Estos dos pilares han marcado, en cierta medida, la estrategia sanitaria de la Comunidad de Madrid para hacer frente al COVID-19”, ha explicado. “En primer lugar, queda de manifiesto que los datos son un recurso vital para hacer frente a la pandemia. Ocurre en Sanidad y en otros niveles sociales y económicos. Basta mirar alrededor para ver que muchas empresas apuestan por el trabajo y han desarrollado servicios online. Esto está generando nuevos datos que son capitales para gestionar todo correctamente, porque de ellos depende el futuro de estas organizaciones”.
“Nos adelantamos al propio Gobierno central”
La Consejería de Sanidad lo ha tenido muy claro desde el principio y ha actuado en consecuencia. "Y los ejemplos son muy claros y muy visibles. Una buena información, unida al respaldo técnico y científico, nos permitió dar la voz de alarma de lo que estaba pasando con el virus en el marzo. Y nos adelantamos al propio Gobierno central”, ha destacado.
La Comunidad de Madrid ha tratado cada día, en cada medida, de ir siempre un paso más allá, anticipándose a cada nuevo escenario epidemiológico. Los sistemas predictivos han sido importantes porque este virus está siempre al acecho y hay que estudiarlo con mucho detalle. Todos sabemos que detrás de los datos están las personas. Y su correcto uso puede salvar vidas o mitigar las secuelas del COVID-19”, ha subrayado.
Por eso han tomado decisiones basadas en cuestiones de movilidad y restricciones de horarios y aforos, “dando buenos resultados”. Según Ruiz Escudero, “esta misma semana hemos anunciado que el número de casos positivos ha descendido un 75 % respecto al pico máximo que situamos en la semana del 14 al 20 de septiembre. Y, en solo una semana, ha bajado cerca de un 34,5 %. Un progreso que también ha sido posible porque realizamos una monitorización individualizada y pegada al terreno para tener una información precisa y así aislar casos y evitar nuevos contagios”.
El primer pilar, el big data
En la Comunidad de Madrid tienen “claro” que hay que seguir aumentando su capacidad diagnóstica. Más datos: de marzo a aquí se ha multiplicado por diez los test de antígenos hasta llegar a las tres millones de pruebas en todos los ámbitos asistenciales, como atención primaria, hospitales y las propias zonas básicas de salud.
“Y también es vital para el control de casos y para así disponer de una información valiosa sobre la evolución del COVID, la evaluación de los profesionales encargados de analizar ese seguimiento de todos los contagiados. Disponemos ya de 1.600 profesionales, los llamados rastreadores, cifra que irá aumentando en el caso de que fuese necesario”, ha indicado Ruiz Escudero.
“Por otro lado, es también vital disponer de planes de elasticidad para que cada nivel y cada recurso sanitario pueda adaptarse en cada momento a la necesidad asistencial; es decir, ampliar camas, crear nuevos espacios o reprogramar la actividad. Y, en este sentido, vamos a reforzar el sistema madrileño y nacional con el Hospital Enfermera Isabel Zendal, un dispositivo que ponemos disponemos a disposición del resto de comunidades autónomas que recoge el mejor legado de IFEMA y que atenderá tanto a pacientes COVID como no COVID".
A esto se le suma la puesta en marcha de estudios como el de la presencia del coronavirus en aguas residuales, una estrategia de diagnóstico y de prevención “única en España” y que equivale a realizar decenas de miles de PCR a la población de estas zonas. O el que se ha realizado la seroprevalencia de las residencias y centros sociosanitarios de personas con discapacidad, cuyos resultados “son claves para afrontar futuras decisiones que ayuden a diseñar una estrategia para frenar la expansión del virus en nuestra región”.
El segundo pilar, la transformación digital
A este respecto, la Comunidad de Madrid ha iniciado una carrera de fondo donde la sanidad se beneficia de la tecnología puesta a su disposición. “Lo hemos visto en el avance tecnológico de nuestro sistema sanitario. El impulso de la telemedicina ha sido absolutamente exponencial. Y la incorporación de técnicas innovadoras también lo ha sido. Un progreso que favorece tanto a los clientes como a los propios profesionales sanitarios”.
Y es que, para Ruiz Escudero, ña Comunidad de Madrid ha ampliado su capacidad de analizar los datos, detectar patrones de comportamiento y anticipar modelos de evolución de la propia pandemia con una plataforma basada en Inteligencia Artificial.
“Esta plataforma –ha asegurado– permite predecir escenarios de futuro inmediato mediante el estudio de datos que se agrupan en un repositorio central. En estos meses de pandemia, la teleasistencia se ha impuesto. En atención primaria, durante todo este periodo de pandemia se ha atendido a más de 450.000 pacientes a distancia. El servicio madrileño ya dispone de una tarjeta sanitaria virtual y una aplicación móvil que permite, entre otras opciones, consultar tu medicación disponible en las farmacias, permite pedir citas médicas y, recientemente, se ha agrupado otra app con la de CoronaMadrid”.