«Las ganas de conocer, aprender y descubrir hacen que te lances a retos sin miedo a lo que pueda pasar». Con estas palabras, Rut Turró explica por qué desde los 17 años lleva siendo emprendedora. «No puedo parar de hacer cosas», confiesa la que ahora es fundadora de Moving Mood, empresa que da solución a las necesidades en ropa y accesorios para las personas con discapacidad y que ha sido premiada en la última edición de los Premios Generacción, impulsada por Deloitte, Fundación Cotec y la Real Academia de Ingeniería.
Su proyecto es pionero a la hora de introducir la diversidad funcional en un mundo tan ligado a la belleza exterior como la moda, ya que forma a las empresas en accesibilidad de prendas de vestir. «La innovación es el alma de esta empresa», asegura Turró, quien considera que «diseñar productos universales aptos para mejorar la calidad de vida de la dependencia y la discapacidad es mejorar la vida de todos». En este sentido, Moving Mood se centra en tres campos de actuación: cómo poner y quitarse la ropa (vestir las partes de arriba con un sistema de oberturas, mediante el patentado Moving Jersey, y la parte inferior con un pantalón), sistemas de cierres que fomentan la autonomía y tejidos basados en medicina preventiva. «De los dos últimos tenemos un prototipo por cada uno, pero falta mucho por desarrollar y trabajar, contamos con una lista de más de 15 productos a rediseñar».
En esta aventura de emprendimiento social Turró valora tener al lado a «excelentes profesionales» como físicos, médicos, fisioterapéutas, cuidadores e incluso matemáticos. «Pensé que la gente joven con dependencia, necesitaba una seria de funcionalidades que la ropa existente no cubría. Entre todos lo estamos consiguiendo», celebra. Admiradora de Vicente Ferrer y de lo que su fundación ha logrado y continúa haciendo, reconoce que «con referentes de este tipo es más fácil creer en un mundo mejor».
A pesar de la dura crisis económica, Turró es de las que ve oportunidades donde otros ven problemas. “Como suele decirse, la necesidad agudiza el ingenio. Las crisis en España han traído algo muy positivo, nos ha devuelto la innovación y la creatividad, la necesidad de emprender porque no existen trabajos». A su juicio, la falta de credibilidad de la clase política y de las instituciones es la que, sin darse cuenta, ha impulsado el emprendimiento social. «La sociedad pierde fe en los dirigentes y decide ponerse, una vez más, manos a la obra para aportar soluciones a problemas reales y encontrar una sustento económico».