accion contra el hambre

La estrecha relación entre cuidar la salud y la alimentación para encontrar trabajo

Un informe de Acción contra el Hambre y la Universidad Complutense de Madrid pone de manifiesto que incorporar formación en salud y nutrición dentro de los itinerarios de inserción laboral mejora los hábitos y el bienestar de las personas en situación de vulnerabilidad

El informe Innovación social en la inserción laboral: promoción de hábitos de vida saludable y su impacto en el empleo, elaborado de forma conjunta por Acción contra el Hambre y el Equipo de Investigación EPINUT de la Universidad Complutense de Madrid, ha puesto de manifiesto que incorporar formación en salud y nutrición dentro de los itinerarios de inserción laboral mejora los hábitos y el bienestar de las personas en situación de vulnerabilidad.

Según recoge el informe, el 53,3% de las personas que se han formado en salud han encontrado trabajo por cuenta ajena o propia. Además, las personas participantes han registrado un alto promedio, 8 sobre 10, en los indicadores de empleabilidad objetivos (elabora un currículum ajustado a los objetivos profesionales, realiza entrevistas de trabajo o mejora en las competencias digitales) y subjetivos (autopercepción sobre el fortalecimiento de competencias, mejora de habilidades y conocimientos o autoconfianza) que se han contemplado en el estudio).

El informe es el resultado de tres años de trabajo y del proyecto de Innovación Social: Vives Emplea Saludable, cuyo objetivo era redefinir el modelo tradicional de itinerario de inserción sociolaboral, Vives Emplea, para integrar de forma transversal la educación en salud en todos sus componentes, para aportar valor a las personas en riesgo de exclusión y mejorar su empleabilidad. Por ejemplo, al inicio de la investigación, cerca de la mitad de las más de 1.000 personas en situación de desempleo que participaron en la muestra tenía sobrepeso y un 53% presentaba algún nivel de inseguridad alimentaria, porcentaje que se redujo ligeramente al final del proceso.

Los autores del estudio subrayan que en el grupo en el que se desarrollaron actividades destinadas a cuidar la salud física y mental, el número de personas con buenos hábitos alimentarios aumentó un 26%, una mejoría que no se registró entre quienes no recibieron esa formación. Según la coordinadora del proyecto de investigación Vives Emplea Saludable, Cristina Cózar, "uno de los grandes hallazgos ha sido descubrir la alta predisposición al cambio que tenían las personas participantes en el estudio". Esto significa que "la fuerte motivación de quienes se inscriben de forma voluntaria en programas de empleo puede aprovecharse también para mejorar su salud".

La mayoría de las personas participantes en el estudio muestran una alta predisposición al cambio de hábitos en salud, con resultados promedios en torno a los 70 puntos sobre 80 tanto al inicio como al final del estudio. La motivación al cambio no decae de inicio a final en ninguno de los dos grupos. "Esta alta motivación al cambio en todas las personas participantes demuestra que los programas de empleabilidad suponen una gran una ventana de oportunidad para este tipo de intervenciones focalizadas en el autocuidado hacia la salud", remarca Cózar.

En torno a los resultados finales –que concluyen que reducir el tiempo dedicado a las actividades estrictamente relacionadas con la mejora de la empleabilidad, en pro de actividades de promoción de la salud, no tiene ningún impacto negativo–, la investigadora principal del grupo de investigación EPINUT de la UCM, Noemí López Ejeda, destaca la importancia de "haber dado un respaldo científico a la intervención que se ha llevado a cabo en Vives Emplea Saludable y aportar cifras", condición indispensable para poder "involucrar a entidades públicas y privadas y propiciar cambios".

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