“Acabo de verte y me he enamorado de ti, te seguiría a todas partes. Si cogiéramos el ascensor, lo pararía entre planta y planta el resto de mi vida": son palabras verdaderamente románticas de el escritor italiano Fabrizio Caramagna, que cobran un significado aún más profundo cuando se acerca San Valentín. Sin embargo, el ascensor y el amor son una combinación perfecta no solo para aforismos de autor, sino también para canciones célebres como “Love In An Elevator” de Aerosmith, escrita por Steven Tyler y Joe Perry en 1989. Pero eso no es todo, porque, según una serie de investigaciones realizadas por Espresso Comunicación para KONE, multinacional líder en el sector de ascensores y escaleras mecánicas, en el cine el ascensor se convierte en protagonista y abre sus puertas al amor. Hay muchas escenas de películas que han hecho historia y aún permanecen en la mente y el corazón de generaciones enteras. La primera de la lista es “Cincuenta sombras de Grey”, en la que los dos protagonistas, Christian y Anastasia (interpretados respectivamente por Jamie Dornan y Dakota Johnson), se besan por primera vez en un ascensor. A partir de ahí comenzará la historia de amor más intensa de sus vidas.
Pero no es el único caso en el que el ascensor es el telón de fondo de pasiones que dejan huella. De hecho, aquí está “Up in the Air”, una película en la que George Clooney interpreta a un gerente soltero que conoce a Vera Farmiga, una mujer que conoce en un restaurante durante uno de sus viajes de negocios. Ambos se conocen mejor y, en el interior de un ascensor, intercambian un apasionado e inesperado primer beso, transmitiendo emoción y, al mismo tiempo, incertidumbre a los ojos del público. El ascensor, por tanto, no solo sirve para trasladarse de una planta a otra de un edificio, sino que es un lugar donde pueden florecer los sentimientos y la pasión. Sergio Álvarez, Marketing Manager de KONE Italia e Ibérica, explica: «No hay mejor momento que el Día de los Enamorados para mirar a nuestros queridos ascensores desde una perspectiva más simpática. De hecho, en KONE estamos acostumbrados a hablar del ascensor como el elemento de un edificio innovador y sostenible que permite gestionar el flujo de personas de forma segura, eficiente y sin esperas. Pero en San Valentín, nos gusta que afloren las emociones, y la gran pantalla, en este sentido, nos regala momentos que permanecen en el corazón de los espectadores».
Tras las palabras de Sergio Álvarez hay más ejemplos, o mejor dicho, escenas en un ascensor, llenas de romanticismo. En esta lista no podía faltar “(500) Días con ella”, en la que los protagonistas, Tom y Summer (interpretados respectivamente por Joseph Gordon-Levitt y Zooey Deschanel), se encuentran por primera vez en el ascensor de la oficina y empiezan a flirtear cantando una canción de The Smiths. Pero la cosa no acaba ahí. Gerard Butler y Katherine Heigl en “La cruda realidad”, después de odiarse, se convierten en aliados, amigos y, al final, se dan un apasionado beso en un ascensor. Y de nuevo, “Clase”, una película de 1983, tiene todos los mimbres para encajar perfectamente en el escenario propuesto. ¿Cómo? En una escena de ascensor cargada de emoción, los protagonistas expresan toda su atracción. El viaje de descubrimiento de las escenas más románticas continúa con “Sexo en Nueva York”, en la que es un clásico «beso en el ascensor» vuelve a unir a Sarah Jessica Parker y Chris Noth tras una discusión, cuanto menos, tormentosa. Y, por último, “Hagamos el amor”, protagonizada por Yives Montand que, para recuperar la confianza y el amor de Marilyn Monroe, bloquea el ascensor en el que se encuentra su amada para encontrarla en la planta deseada y reconquistarla declarándole todo su amor.