Santander, escenario de los nuevos sensores que miden el avance de la corrosión y el biofouling en océanos

MCTS El Bocal

El Marine Corrosion Test Site El Bocal (MCTS El Bocal) es un laboratorio marino ubicado en la costa de Cantabria, cerca de Santander, cuyo principal objetivo es servir al estudio del comportamiento de diferentes materiales y recubrimientos frente a la corrosión marina y al biofouling (acúmulo indeseable de microorganismos, plantas, algas y/o animales sobre estructuras mojadas). En los últimos días, la instalación que dirige el Centro Tecnológico CTC ha dado un paso más en materia de innovación: acoger un ensayo de sensores capaces de medir el avance de la corrosión y el biofouling en estructuras expuestas a entornos oceánicos.

"Una tecnología inexistente en el mercado actual", como aseguran desde el centro, y que lidera el proyecto europeo MAT4OEC. No obstante, el principal beneficiado de estas pruebas será la empresa belga Zensor, que podrá disponer de una solución para controlar con fiabilidad la vida útil remanente de los convertidores de energía renovable marina, así como de otras instalaciones offshore. "La colaboración internacional entre investigadores en este proyecto europeo está resultando altamente positiva. La transferencia de conocimiento es fluida, al igual que la comunicación y el empuje para ver cumplidos los objetivos del proyecto. Con algunos de los socios ya se había trabajado previamente, por lo que continuar con la colaboración ha resultado muy natural y muy sencillo", confirman a este medio desde el laboratorio. Esta es la primera vez que el centro español trabaja Zensor. Igualmente, "la cooperación con ellos ha resultado muy satisfactoria y tiene visos de poder establecer una relación estable entre ambas entidades".

Para validar el comportamiento de estos sensores de monitorización se han instalado tres tipos de probetas diferentes en las tres zonas de ensayo que ofrece el MCTS El Bocal: sumergida, intermareal y salpicadura. Cada muestra 'testeará' el rendimiento de un recubrimiento distinto: dos sistemas anti-corrosión y otro anti-fouling. "Albergar este tipo de test confirma la gran acogida que tiene la instalación entre las empresas y centros de investigación que desarrollan sistemas y componentes para el sector de las renovables marinas, incluidas las tecnologías de energía eólica, undimotriz y mareomotriz", explican.

La empresa cántabra Degima ha sido la encargada de preparar las probetas que no se retirarán hasta el mes de septiembre. Una vez acabado el ensayo, Zensor analizará los datos recogidos durante el tiempo de exposición y valorará los siguientes pasos a seguir. Disponer de esta innovación consolidará, a su vez, la posición de la compañía belga en el mercado como proveedor de soluciones integrales de monitorización autónomas y robustas para los cimientos de las turbinas eólicas marinas y estaciones de transformación (OHVS). "La singularidad de las características de nuestro laboratorio lo convierten en un lugar de estudio muy codiciado en Europa", celebran desde el centro. Así lo confirman el número de solicitudes de uso recibidas durante la última convocatoria de la red de infraestructuras Marinet2. La instalación fue la más demandada del continente.

Más ensayos con los sensores

Sobre si a partir de ahora el CTC realizará más ensayos relacionados con los sensores, aseguran que esa es la intención. "El trabajo realizado hasta la fecha con Zensor ha sido muy positivo. Nos han trasladado su satisfacción por el apoyo recibido durante la instalación y la adecuación de la instalación del MCTS El Bocal para sus intereses, por lo que desde ambas partes vemos muy posible volver a colaborar. Los ensayos realizados con Zensor son la primera incursión del MCTS El Bocal en ensayos con elementos/componentes más sofisticados, como son los sensores. A corto plazo se instalarán más sensores".

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