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Sara Bañón (Ibions): «La nutrición debe ser uno de los pilares del tratamiento oncológico»

La startup tiene previsto entrar en los hospitales para, de mano de los oncólogos, ofrecer servicios nutricionales personalizados al paciente y comprender mejor el metabolismo de cada tumor
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Los doctores Sara Bañón y Julio Madrigal-Matute, fundadores de Ibions.

“Más que dedicarme a la medicina, mi vocación siempre fue ayudar a los demás”. Durante varios años, Sara Bañón ejerció como médico internista. “Tanto en la carrera como en los hospitales en los que trabajé, me sorprendió la poca importancia que recibía la nutrición como elemento clave en la mejora de la salud. La evidencia científica nos muestra el impacto de una buena alimentación en el tratamiento y evolución de numerosas patologías”, explica a Innovaspain. Optó por formarse por su cuenta y en septiembre de 2021 fundó Ibions junto al Dr. Julio Madrigal-Matute.

Antes de que la startup viera la luz, Sara Bañón convivió con casos de cáncer en personas muy próximas. “Les ayudé y vi cómo mis aportaciones en materia de nutrición mejoraban su calidad de vida y disminuían los efectos secundarios. Empecé a plantearme que había un hueco por cubrir en la sanidad actual”. Con el foco en la oncología, Ibions se ha propuesto trasladar estas evidencias a la práctica diaria y a la realidad clínica del paciente.

De lo paliativo a lo terapéutico

La doctora detalla que, a día de hoy, la tónica habitual es que el oncólogo no vaya mucho más allá de recomendar una dieta saludable, sin entrar en detalles. “Queremos sustituir el paradigma de la nutrición oncológica para ir de lo paliativo a lo terapéutico. Redundará en un tratamiento más eficaz, con más supervivencia y menos efectos secundarios. No se trata solo de que el paciente no pierda peso, sino de que la nutrición sea un pilar importante del tratamiento oncológico”.

Tan solo un número muy reducido de hospitales han puesto en marcha planes nutricionales dirigidos a sus pacientes oncológicos. Un fenómeno en el que influyen distintas causas. A la falta de recursos hay que sumar la ausencia de formación en nutrición de la que adolecen la mayoría de los profesionales. Esto lleva a que  la dieta juegue un rol secundario.

Bañón añade que el desembarco generalizado de la nutrición en los hospitales necesita aún de más evidencias, que a su vez son el resultado de ensayos clínicos difíciles de justificar en este campo. “Buscar financiación para ensayos clínicos en nutrición no es sencillo. No hablamos de un fármaco que después vayamos a comercializar; el retorno de la inversión no está tan claro”.

Máxima personalización

“Nos creemos que comemos bien, pero lo cierto es que cada vez lo hacemos peor”, asegura Sara Bañón, quien percibe que la dieta mediterránea empieza a convertirse en España en una leyenda que pocos conocen. Bajo esta premisa, quienes confían en los servicios de Ibions reciben para empezar varias sesiones de reeducación nutricional a fin de asentar las bases de una nueva alimentación. Los profesionales de la empresa acompañan en el proceso al paciente y a sus familiares o cuidadores.

En paralelo, Ibions se encuentra en un momento crucial para llevar a buen puerto la disrupción que tienen prevista. “La clave estará en la personalización de la nutrición, a todos los niveles. En lo que afecta al paciente, aplicaremos nuestros conocimientos en nutrigenómica. Pero también abordaremos el propio metabolismo del tumor y determinaremos qué nutrientes le benefician más y cuáles lo debilitan”.

Prescribir la nutrición

Ibions entró en Lanzadera en septiembre de 2022. Dentro de la aceleradora de Juan Roig harán escalable el proyecto en la idea de llegar a más personas y ser parte de la rutina hospitalaria, que es donde esperan que la nutrición sea prescrita. Con una ronda de financiación abierta recientemente, Bañón y su equipo están diseñando una plataforma tecnológica desde la que desarrollar ensayos clínicos en entornos hospitalarios. “Generaremos más evidencia científica y no nos cansaremos de divulgar”.

Si todo evoluciona según lo previsto, el modelo de negocio consistirá en que los hospitales que lo deseen dispongan de una licencia de Ibions y ofrecer sus servicios sin salir del propio hospital. “Queremos ir de la mano de los oncólogos y trabajar en equipo. A día de hoy, algunos nos recomiendan, pero creemos que un tratamiento multidisciplinar 360 tiene que aplicarse desde dentro”, afirma Bañón.

Ayer se dio a conocer que la empresa también será mentorizada por BIOVAL en una nueva edición de LLAMP 3i. “En Estados Unidos, los hospitales oncológicos más punteros tienen servicios nutricionales especializados en cada tipo de cáncer. Esto va a llegar a España, pero tarda demasiado, y el paciente oncológico no puede esperar”.

Servicios complementarios

La compañía colabora con psicólogos y fisioterapeutas para mitigar el estrés de los pacientes y potenciar otros hábitos también arrinconados hasta la fecha, como el ejercicio de fuerza. Lejos queda la creencia por la que al paciente oncológico solo le conviene caminar. “El tratamiento mejora con ejercicio, también personalizado. Ni cada paciente ni cada tipo de cáncer son iguales”.

En Ibions integran el feed back que les devuelven los pacientes. “Elaboramos una encuesta de valoración al inicio del proceso y también cada mes. Sorprende comprobar cómo mejoran, pese a sufrir los efectos de la cirugía, la quimioterapia o la radioterapia. Es muy gratificante”.

La startup está abierta a todos aquellos que quieran modificar su nutrición a nivel preventivo. “Hasta que no nos llevamos un susto por  un revés de salud, no solemos cambiar. Poca gente es capaz de cambiar solo por prevención. Quizá la gente joven esté más concienciada y son el público mayoritario de las formaciones que impartimos entre personas sin patologías. En el futuro nos gustaría ampliar opciones con otras patologías en las que podemos ser de mucha utilidad, como las cardiovasculares y renales”, concluye Sara Bañón.   

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