La compañía Sateliot lanzará la primera constelación de nanosatélites española para Internet de las Cosas (IoT) con cobertura 5G. Estos aparatos de diez kilos de peso –el tamaño de un horno microondas, comparan– funcionarán como torres de telecomunicaciones. El sábado 20 lanzarán el primero de los 96 que tienen previstos, aunque tienen previsto desplegar 16 satélites a partir del año 2022. La inversión total, para 2025, cuando lancen todos sus nanosatélites al espacio, será alrededor de 100 millones de euros.
Jaume Sanpera, fundador y CEO de Sateliot, especifica que, a diferencia de los grandes satélites geostacionarios que orbitan a 36.000 kilómetros de altura, los de su compañía lo harán en una órbita baja, situada a 500 Km de altura. Además, destaca que es la primera vez que se integrarán antenas de 5G en estos nanosatélites. “La carga útil que llevan integrada los satélites –subraya– es un sistema de ingeniería pionero que une por primera vez el espacio y las comunicaciones 5G-IoT”.
Estos nanosatélites proporcionarán una extensión de cobertura a los operadores móviles, a través de acuerdos mayoristas, para que puedan ofrecer servicios de Internet de las Cosas allá donde las redes terrestres no llegan. En este sentido, su tecnología proporcionará servicios de monitorización prácticamente en tiempo real en sectores como el marítimo, ferroviario, aeronáutico, automovilístico, explotaciones petrolíferas y gas, eléctricas, infraestructuras críticas, agrotecnología, logística y transporte de mercancías o medioambiente.
“En el caso de la agricultura, por ejemplo, mediante los sensores IoT instalados en los cultivos, los agricultores extraerán de sus plantaciones todos los datos necesarios para poder gestionar su producción de la manera más óptima: humedad, acidez, nutrientes, etcétera, lo que le permitirá gestionar los recursos escasos como el agua de manera óptima, anticiparse a problemas como control de plagas o escoger los mejores momentos para la siembra”, explica Sanpera.
El estado actual del IoT y la basura espacial
El fundador y CEO de Sateliot considera que el mercado del Internet de las Cosas con conectividad satelital va a ofrecer un amplio potencial en los próximos años. De hecho, según las estimaciones de Riot Research, este mercado moverá más de 5.400 millones de euros en 2025. Los pronósticos apuntan también a que se alcanzarán los 60.000 millones los objetos conectados en todo el mundo en ese año.
Pero entre tantos nanosatélites que irán al espacio, por probabilidad, alguno deberá fallar. ¿Se tendrá en cuenta la posible “basura espacial? Sanpera, por su parte, señala que el sistema ha sido diseñado para que el satélite se desintegre de forma natural antes de un periodo máximo de 25 años. Alcanzando el fin de la misión, el satélite se girará para forzar un "drag" de los paneles solares (los paneles se pondrán a 90º respecto a la dirección de vuelo paralela a la Tierra) que impactarán contra las moléculas de la atmósfera –que todavía hay a estas alturas de vuelo, apostilla– y poco a poco se irá frenando el satélite. Acabará entrando en la atmósfera y, por su velocidad, se destruirá por completo, todos los componentes se "evaporarán".
Los materiales seleccionados para el satélite cumplen con las normativas y no emplean nada que sea considerado contaminante. En resumen, “nuestro satélite está programado para que no genere basura espacial ya que al final de su vida útil se forzará su reentrada en la atmósfera y su desintegración”.
Colaboración entre Sateliot y Thales Alenia Space
Sateliot colaborará con Thales Alenia Space –y con la italiana Telespazio– para el despliegue de sus nanosatélites. Concretamente, Thales Alenia Space en España ayudará en la coordinación del diseño y desarrollo de las tecnologías necesarias para el funcionamiento de los servicios IOT con cobertura 5G que tiene previsto ofrecer a partir del próximo año.
De este modo, se garantizará la viabilidad de toda la fase técnica, que incluye las actividades de ingeniería, así como la definición de las necesidades de los usuarios finales y de la misión.
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