En España se ha apostado más por impulsar a las empresas en fases iniciales que en su crecimiento. Este es el reto a combatir que puso en marcha a Scaleup Spain Network, el programa puesto en marcha por Wayra –el hub de innovación abierta de Telefónica–, Endeavor y la Fundación Innovación Bankinter, que quiere cambiar el paradigma emprendedor en España. O dicho de otra forma, que las scaleups españolas tomen el protagonismo en la recuperación económica.
Tanta es su importancia que las scaleups españolas –aquellas startups que han logrado evolucionar y crecer hacia una dimensión de mayor impacto económico y social con más de un millón de euros en facturación– cerrarán el año con un crecimiento de un 91% en su facturación hasta alcanzar los 3.167 millones de euros frente a los 1.660 millones de euros de 2020, según arrojan los datos del informe 'Impacto de las scaleups de la economía de España' elaborado por las tres compañías.
"Las scaleups tienen una importancia vital para el futuro de la economía española por tres razones: atraen talento nacional e internacional, transmiten innovación al ecosistema y alimentan el ciclo virtuoso de la economía", opina Juan Moreno, director de Fundación Innovación Bankinter. De hecho, la misión de Scaleup Spain Network es contribuir a esa transición con el fin de que estas empresas puedan reforzar el entramado económico en España.
Su compañero de filas, Javier Megías, director de programa Startups de Fundación Innovación Bankinter, apunta que las cifras del informe "ponen el foco en la importancia de impulsar a las startups en su conversión a scaleups y, una vez superado este primer salto, lograr que su crecimiento no se estanque y transite hasta la fase más alta de su evolución en esta nueva categoría".
El programa proporciona formación teórica y práctica a fundadores y equipo directivo de las startups seleccionadas, sin coste alguno para ellas. Durante su participación, las personas participantes son capaces de aprender a anticiparse a los retos que encontrarán a lo largo de la evolución de sus empresas y formarán parte de una red de colaboración entre fundadores que les permitirá continuar formándose e intercambiando experiencias. "El reto que tenemos por delante en España es pasar de ser un país de startups a un país de scaleups", asegura Paloma Castellano, directora de Wayra Madrid. Pero lograrlo no es el último paso. "Quedan desafíos como la internacionalización, las ventas o la atracción de talento".
Generando empleo
El informe también ha analizado el empleo que generan estas compañías. En concreto, las scaleups españolas cerraron 2020 con 8.900 empleados directos y 315.300 empleos creados de forma indirecta. Una vez más, las scaleups que se encuentran en la fase rocket (más de 50 millones de euros de facturación media en los últimos 3 años) son las más activas en este ámbito, con una media de 800 empleados y unos 67.000 trabajadores en servicios y empresas satélite, lo que supone una generación de 83 puestos de trabajo indirectos por cada puesto directo. En el caso del empleo directo, el factor de multiplicación es de 4,3 en el caso de las scalers (más de 1 millón de euros de facturación media en los últimos 3 años) y de 4,5 en el de las growths (más de 10 millones de euros de facturación media en los últimos 3 años).
"Debemos aspirar a convertir en rockets a todas las scaleups", afirma Antonio Iglesias, director ejecutivo de Endeavor Spain. El responsable ha puesto sobre la mesa una situación que, si bien es compleja de alcanzar, resolvería el drama del desempleo y aportaría mayor riqueza a España. "Si hacemos que 30 scaleups se conviertan en rockets habremos conseguido un punto más de PIB español y generado tres millones de empleos. Y España tiene en torno a 3,5 millones de parados. Merece la pena intentarlo".
En este sentido, los sectores en los que la creación de empleo por parte de las scaleups es más notable son Mobility & Logistics, con 13.600 empleos directos y casi un millón de indirectos; Business & Productivity, con 3.100 empleos directos y 260.100 indirectos; y Retail, con 2300 empleos directos y 4.700 indirectos.
En cuanto a la inversión en scaleups españolas, los datos recogidos apuntan a que el 86% de su capital proviene de inversores españoles, seguido de un 52% de fondos europeos, un 32% de estadounidenses, un 11 % de asiáticos y un 14% es residual de otros países. Sin embargo, la hoja de ruta de las scaleups españolas se dirige hacia un modelo de financiación más internacional, que ponga el foco sobre todo en Europa y Estados Unidos, por lo que España pasará a desempeñar un papel menos determinante.
Respecto a quiénes son esas scaleups, el informe incorpora varios casos de éxito de compañías que han logrado alcanzar sus objetivos. Mediante estas entrevistas, se dota de una dimensión humana a las cifras y se pone de relieve frentes comunes para los directivos de este tipo de empresas. La conclusión general es la necesidad de crear, mantener y potenciar una cultura y unos valores que permitan a la scaleups crecer sin perder su esencia de startups.