El fuerte descenso en el movimiento de los ciudadanos producido por la crisis del COVID-19 ha dibujado un escenario de incertidumbre para el sector de la movilidad. Según un informe de Google de datos basados en la localización de millones de móviles que utilizan sus servicios, en el caso de España los viajes a lugares de ocio se han reducido un 94%, y a tiendas y farmacias un 76%. Las rutas para ir a trabajar han disminuido un 64%, mientras que hay un 89% menos de visitas a parques, playas, plazas y espacios públicos. Por el contrario, la permanencia en el lugar de residencia ha aumentado un 22%.
Más allá de esta amalgama de datos, lo cierto es que España se enfrenta a una paradoja que hace tres meses era prácticamente impensable: ¿es posible mantener el reto sostenible cuando el transporte privado vuelve a posicionarse como la opción más segura? Planteado de otra forma, al objetivo ecológico y la reducción de coches en las ciudades se une ahora la necesidad del sector automoción, paralizado debido a la situación actual, de vender sus modelos.
Innovaspain ha consultado a los expertos de Connected Mobility Hub, ecosistema de innovación en movilidad y transporte del sur de Europa, sobre esta y otras cuestiones que inquietan al mundo de la movilidad. «Al igual que la sociedad se está adaptando a diferentes modos de vida, los fabricantes de coches tendrán que hacerlo también. Habrá una demanda diferente, aunque seguramente veremos un repunte del coche privado», explica Beatriz Segura, su responsable de comunicación.
Enfocado a la transformación de la movilidad, el hub reúne a más de 130 empresas asociadas (concretamente dentro de las verticales de movilidad compartida, ciudades inteligentes, movilidad eléctrica, logística inteligente, movilidad autónoma y conectada) y 225 corporaciones y organizaciones. «Que la automoción vuelva a la producción anterior no es lo que se espera. Si bien es cierto que el transporte privado aumentará porque se ve como un medio más seguro, la sostenibilidad no debería dejarse al margen. Los coches privados también pueden reinventarse en coches compartidos», sostiene Segura.
Por otro lado, como apunta la responsable, la micromovilidad seguirá al alza en lo que se refiere a vehículos muy ligeros como patinetes eléctricos, monopatines eléctricos, bicicletas compartidas y bicicletas. «El transporte público también debe adaptarse a estos nuevos tiempos. Debe ser más higiénico y con menos aglomeraciones. Es fácil decirlo pero muy complejo de hacer en grandes ciudades. Por eso queremos reunir las diferentes sensibilidades del sector para seguir mejorándolo a pesar de esta crisis», agrega.
Arrojando luz
Desde Connected Mobility Hub se ha lanzado una encuesta masiva al sector para conocer desde dentro qué está ocurriendo y poder anticiparse a los cambios y plantear soluciones. Como ha podido saber Innovaspain, los resultados se presentarán en un webinar el próximo 21 de mayo. «Las empresas grandes e incluso el sector público se van a apoyar más que nunca en los próximos tiempos en las startups», prevé Segura. Es por ello que «la innovación abierta y la colaboración para relanzar el sector ya no serán una opción, sino una obligación».