En el mes de marzo nos decidimos a poner en marcha una sección dedicada a las “Mujeres STEM” en forma de sección con la colaboración de Endesa, precisamente una de las empresas en las que hay una buena representación de mujeres que han estudiado ese gran grupo de estudios que quedan bajo el acróstico “STEM” que, en español, quiere decir Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Un campo de estudios amplio para una representación femenina pequeña.
Ha sido un gran éxito y lo será aún más. La difusión de la información relativa a la actividad profesional de las mujeres es absolutamente necesaria para acabar con esas brechas que todavía existen. En su inauguración escribía que es un deber de todos el procurar que las mujeres estudien en un mayor número este tipo de materias; no por una fiebre feminista, sino por sentido común: el 50 por ciento del talento de la sociedad no puede quedar fuera por unas costumbres que han arraigado en la sociedad. Además, las mujeres tienen que estudiarlo porque es la forma de asegurar su trabajo en el futuro.
Naturalmente, cada una puede estudiar lo que quiera, pero hay demasiadas conductas adquiridas que llevan a las niñas a tomar demasiado pronto decisiones por imágenes que no se corresponden con la realidad. La experiencia de trabajar con mujeres, sean o no de formación “STEM”, me lleva a afirmar que son claves en el mundo de la empresa. Igual que en la sociedad.
Por eso hay que felicitar a la Real Academia de Ingeniería y a las empresas e instituciones públicas que apoyaron en su día la puesta en marcha del programa “Mujer e ingeniería”, que ya tiene abierto su segundo programa, ejemplar, de “mentoring”. Los que seguimos este mundo de la innovación hemos visto el esfuerzo tan tremendo realizado para mover todas las actividades que hacen de promoción en colegios, universidades y empresas y hay que felicitar a Sara Gómez por el acierto en la dirección del programa.
En estos seis meses transcurridos, hemos hablado con decenas de mujeres, ya cientos, que son profesionales de altura en sus respectivas ocupaciones, emprendedoras que luchan por hacerse un hueco en el mercado, empresarias de éxito, directivas y altas directivas, hemos conocido grandes ideas y grandes profesionales que triunfan, que les dan premios. Hemos conocido a muchas pioneras, que han contado las dificultades que han tenido para abrirse paso, la sensación que tienen de ser relegadas y del enorme esfuerzo que tienen que hacer para llegar a donde han llegado. Hay que dedicarles una enorme enhorabuena por el éxito obtenido.
Esta idea no es privativa de Innovaspain. En el mundo hay un gran movimiento en el mismo sentido porque hay que ser conscientes de que en una sociedad digitalizada habrá que tener conocimientos técnicos para asegurarse el poder trabajar. No me refiero a categorías profesionales superiores, sino a todas. Lógicamente también nos van a hacer falta a los hombres, pero hay que romper con esas tendencias adquiridas.
Creo que fuimos el primer medio de comunicación que hablamos de un reciente informe en el que un investigador americano había llegado a la conclusión que la decisión de las niñas de mostrar sus complejos a la hora de abordar las cosas que se tienen por difíciles, era a los cinco años. Por eso es vital la educación desde pequeños. Es ahí donde se derriban los muros que han impuesto determinadas costumbres. La evolución de la sociedad es bastante lógica y no podemos juzgar con la mentalidad de hoy hechos que pertenecen a la historia; pero no podemos quedarnos con los brazos cruzados si pensamos en el futuro. Es decir, seguiremos con nuestra sección de “Mujeres STEM”.