La idea es que sean las propias familias las que puedan medir su nivel de pobreza y, de este modo, también puedan identificar estrategias personalizadas para solucionar sus carencias específicas. Esta metodología, impulsada por CAF, ha sido creada por Fundación Paraguaya y recibe el nombre del Semáforo de Eliminación de la Pobreza.
La herramienta define qué significa ‘No ser pobre’ a través de seis dimensiones: Ingresos y Empleo, Vivienda e Infraestructura, Organización y Participación, Salud y Medio Ambiente, Educación y Cultura, Interioridad y Motivación. A su vez se dividen en 50 indicadores y cada uno de ellos cuenta con tres definiciones e imágenes simples que representan en un contexto local lo que es ser pobre extremo (rojo), pobre (amarillo) y no pobre (verde). Esto ayuda a la familia a identificar su situación en cada indicador específico.
La metodología, que ha sido presentada recientemente en el Foro de Davos, ayuda a superar muchas de las limitaciones tradicionales de los programas de lucha contra la pobreza precisamente por ese autodiagnóstico que realizan las familias, lo que posibilita desarrollar estrategias personalizadas.
Se rompe así el concepto abrumador de la pobreza en problemas más pequeños y manejables que pueden ser resueltos a través de acciones. La encuesta de autoevaluación, dirigida tanto a familias como a organizaciones, se realiza con un software que puede utilizarse en ordenadores, tabletas o teléfonos móviles. Sus resultados permiten una fácil visualización, mostrando a las familias sus éxitos en verde y las áreas de mejora en amarillo y rojo.
Simultáneamente, la aplicación genera mapas comunitarios geo-referenciados que permiten a las empresas, organizaciones y gobiernos visualizar áreas problemáticas. Esto ayuda a canalizar mejor la energía y los recursos para apoyar los esfuerzos de las familias para salir de la pobreza de manera eficiente y focalizada.