Actualmente, para paliar la pérdida de la biodiversidad se trabaja en muchas soluciones. Una de ellas es la que están llevando a cabo España, Portugal y Francia en ‘Fleurs Locales’, un proyecto en el que se pretende recuperar terrenos degradados con flores autóctonas. Para ello, se necesitan “semillas nativas” con las que se puedan crear negocios verdes que las suministren.
Fundación Global Nature, la responsable de Fleurs Locales en España, ha explicado en el evento ‘Flores locales para la restauración de espacios degradados’ que, en el caso de nuestro país se necesita actualizar la legislación de restauración ambiental, además de dilucidar quiénes podrán participar en este negocio verde.
Pero, ¿qué son exactamente las “semillas nativas”? Según Laura García, técnico de la Fundación, no existe una definición oficial, sino muchas. “Nuestro concepto está ampliamente aceptado. Cuando hablamos de semillas nativas hablamos de material reproductivo, de semillas, pero de semillas que han sido recolectadas y/o multiplicadas en un entorno lo más similar posible al de la zona de intervención. Y, por tanto, nos garantizamos que ese material reproductivo tiene las características fenotípicas y genotípicas más adecuadas para sobrevivir y prosperar en ese espacio degradado que queremos restaurar”.
Fleurs locales y la necesidad de restaurar la biodiversidad
Jordi Domingo, también técnico de Fundación Global Nature y responsable de Fleurs Locales dentro del organismo, ha explicado los espacios agrarios, a lo largo de la historia, han jugado un doble papel: por un lado han sido generadores de biodiversidad y, por otro lado, ha sido uno de los principales causantes de la perdida de esta.
“A nosotros nos interesa restaurar”, ha afirmado. “Restaurar es una palabra clave, tanto en zonas que tradicionalmente se han llamado, incorrectamente, poco productivas -porque, aunque no producen alimentos o bienes, sí producen otras cosas-, como en zonas dentro del espacio agrario”.
Y ha puesto un ejemplo. Los sistemas de plantación conocidos como cubiertas vegetales, permitía a la Fundación el saber resolver una cubierta en diferentes situaciones, suelos, contextos geoclimáticos. Las semillas nativas y naturales, por lo tanto, tienen un encaje fundamental.
“Es verdad que nos llamó esa parte de restauración ambiental en contextos agrícolas, porque es nuestro ámbito de trabajo”, ha subrayado, por otro lado, García. “Pero cuando empezamos a entender que no solo era un proyecto de cubiertas, sino de restauración, con un enfoque más global, y además de restauración con semillas nativas, nuestro gran reto fue entender bien qué diferencias había con otras”.
Beneficios de las semillas nativas
El responsable de Fleurs Locales en la fundación ha indicado que las semillas nativas son fundamentales en la restauración. Y ha destacado que hay elementos que pueden hacer que un usuario, en un momento dado, prefiera una semilla nativa a otro tipo.
Como por ejemplo, una mejor adaptación a las condiciones locales: “Es un material que genéticamente es más parecido a esa población local donde hemos recolectado y supuestamente vamos a actuar, porque tienen un mejor rendimiento. Porque hay más recursos disponibles en un momento dado para la fauna local: cualquier polinizador o cualquier animal puede aprovecharlo mejor antes que una exótica o de jardinería. Del mismo modo, también la capacidad de autorreplicación, entendida como la capacidad de reproducirse, de generar semillas viables para volver a resembrarse”.
Existen aún algunas lagunas en el conocimiento o en la progresión de semillas nativas pero Domingo señala que, de algún modo, existe un cuerpo de conocimiento bastante importante alrededor de las semillas nativas. “Precisamente, estos beneficios los ha medido la ciencia”.