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Proba-3: la misión española de dos satélites que estudiarán el Sol

Sener lidera un proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA) destinado a estudiar la corona solar, “lo más cerca de la superficie que se ha conseguido nunca”
proba-3 Sener

Sener Aeroespacial lidera un proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA), que acaba de completar su Revisión Crítica de Diseño. Se llama Proba-3, y con esta nueva certificación la iniciativa podrá fabricarse y comenzar los ensayos que le llevarán a realizar un estudio científico del Sol. Según la compañía española, esta misión espacial será “la misión de vuelo en formación de más alta precisión del mundo”, además de prometer conseguir “estar lo más cerca de la superficie que se ha conseguido nunca”.

Proba-3 constará de dos satélites (de 350 y 200 kilogramos) separados por unos 150 metros “con una precisión relativa entre ellos del orden de milímetros y de segundos de arco”, lo que permitirá validar la tecnología que sea necesaria para el vuelo en formación de precisión. ¿Qué consiguen con esto? «Permitirá, entre otras cosas, el desarrollo de grandes telescopios cuyos elementos principales (tales como lentes y detectores) necesitan estar situados a mucha distancia entre sí y al mismo tiempo mantener de manera muy precisa y estable sus posiciones y distancias relativas”, explican.

Así, con esta nueva tecnología –que promete ser técnica clave para futuras misiones espaciales de ciencia–, no habrá necesidad de crear estructuras desplegables grandes y pesadas, “que podrían no caber en los lanzadores actuales –especifican– o, en el mejor de los casos, dispararían el coste de su puesta en órbita y operación”.

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La misión Proba-3, de marcado carácter español, ya que es la primera vez en la que una compañía española encabeza el desarrollo completo de una misión de la Agencia Espacial Europea –y en la que también colaboran Airbus Defence and Space España y GMV–, será lanzada en unos dos años, antes de estar varios meses de prueba en órbita. Una vez hecha esta nueva verificación, será la ESA quien opere los dos satélites, durante otros dos años y medio, para llevar a cabo un estudio científico de la corona solar.

Sobre el motivo la de misión: “los satélites conformarán lo que se denomina un coronógrafo con ocultación externa, de manera que uno de los satélites tapa la luz solar directa que llega a la cámara del instrumento montado en el otro [será posible ajustar la distancia relativa de los dos vehículos espaciales de 25 a 250 metros], dejando únicamente a la vista la corona solar. Esto se realizará de forma totalmente autónoma, sin intervención desde tierra en el control activo de la formación, creando un eclipse artificial de seis horas cada día sobre el segundo satélite”, explican.

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